Mantener tu lavadora limpia no solo garantiza que tu ropa salga impecable, sino que alarga la vida útil del electrodoméstico y evita malos olores. Con el tiempo, el detergente, la suciedad y la humedad pueden acumularse en distintas partes de la lavadora, creando moho y bacterias que afectan tanto el rendimiento como la higiene. No importa si tu máquina es de carga frontal o superior, la limpieza regular es básica. Acompáñame en una lista de cosas para hacer que tu electrodoméstico se mantenga siempre en óptimas condiciones.
Limpieza diaria: hábitos sencillos que marcan la diferencia
No hace falta esperar a que la lavadora se ensucie para comenzar a cuidarla. Después de cada lavado, deja la puerta o la tapa abierta durante unos minutos para que la humedad salga para prevenir la formación de moho y malos olores. Además, vacía siempre los compartimentos de detergente y suavizante si quedaron residuos, enjuagándolos bajo agua corriente. Un paño húmedo en la goma de la puerta también retira restos de detergente o pelusas, manteniéndola limpia por dentro.
Limpieza semanal: un repaso a fondo
Cada semana conviene hacer una limpieza más profunda. Comienza retirando los filtros y limpiándolos con agua tibia. Estos suelen acumular pelusas y restos de objetos pequeños que podrían obstruir la máquina si no se retiran.
Para las lavadoras de carga frontal, revisa la goma de la puerta, limpiándola con un paño húmedo y un poco de vinagre diluido si es necesario. Esa zona es un foco común de moho. Igualmente, tienes la opción de limpiar la bandeja de detergente retirándola y frotando suavemente con un cepillo y agua tibia, eliminando cualquier residuo pegajoso.
Limpieza mensual: desinfección y desincrustado
Una vez al mes, es recomendable hacer un lavado de mantenimiento. Llena la lavadora con agua caliente y añade vinagre blanco o un producto desinfectante específico para lavadoras. Ejecuta un ciclo completo sin ropa para eliminar bacterias y restos de detergente acumulados.
Con ese tip desinfectas, eliminas olores y mantienes los componentes internos en buen estado. En caso de depósitos de cal, sobre todo en zonas de agua dura, puedes alternar con un descalcificador comercial, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante.
Limpieza de filtros y drenaje
Los filtros y el sistema de drenaje son zonas críticas que suelen olvidarse. Revisa el filtro de pelusas y límpialo bajo el grifo, retirando restos de hilo, pelusas o pequeñas piezas que pudieran haberse quedado atrapadas. Si tu lavadora tiene un desagüe accesible, verifica que no haya obstrucciones. Limpiar esas partes previene problemas de funcionamiento, elimina malos olores y asegura que la ropa salga completamente limpia.
Limpieza de la goma y la puerta
La goma de la puerta es un punto donde se acumula la humedad y el moho. Pasa un paño húmedo mezclado con un poco de vinagre o bicarbonato de sodio por toda la goma, asegurándote de llegar a los pliegues. Si detectas manchas de moho persistentes, deja actuar la mezcla durante unos minutos y frota suavemente. Mantener la zona limpia es esencial en lavadoras de carga frontal, ya que de aquí proviene la mayoría de los olores desagradables.
Consejos para mantener tu lavadora limpia a largo plazo
- No sobrecargues la lavadora, puesto que el exceso de ropa impide que el detergente se distribuya correctamente y favorece la acumulación de residuos.
- Usa la cantidad adecuada de detergente según las instrucciones del fabricante. Demasiado detergente deja residuos y promueve la formación de moho.
- Programa un lavado de mantenimiento mensual, especialmente si no usas tu lavadora con frecuencia.
- Mantén la puerta o tapa abierta después de cada uso para secar el interior de manera natural.
 
			







