La parálisis del sueño es una situación en la que no puedes moverte ni hablar, pero estás plenamente consciente, y ocurre cuando te despiertas o te quedas dormido.
Puede ser una experiencia extraña y aterradora, por lo que si se produce con regularidad es importante saber cómo afrontarla.
Aunque no se sabe con exactitud qué es lo que provoca la parálisis del sueño, hay muchas cosas que puedes hacer para prevenirla.
Sigue leyendo para descubrir cuáles son y cuándo puede necesitar la ayuda de un médico.
¿Qué es la parálisis del sueño?
La parálisis del sueño es un comportamiento anormal del sueño, lo que se conoce como «parasomnia». Ocurre cuando tu cuerpo está en modo sueño, pero tu cerebro está despierto.
Cuando se duerme, el cuerpo pasa por varias etapas. Durante la fase de movimientos oculares rápidos (REM), el cerebro está muy activo y se pueden tener sueños vívidos, por lo que algunos de los músculos se paralizan temporalmente -lo que se conoce como «atonía»- para evitar que se muevan y los lleven a cabo.
Normalmente, esta pérdida de control muscular sólo se produce durante la fase REM. Pero en el caso de la parálisis del sueño, ocurre justo cuando te duermes o te despiertas, por lo que eres consciente de ello.
¿Qué tan común es la parálisis del sueño y quién la padece?
Aunque la mayoría de las personas no notan la parálisis del sueño muy a menudo, un número alto de personas puede experimentarla.
No hay muchos datos, pero se cree que entre el 1,7% y el 40% de la población sufrirá parálisis del sueño en algún momento de su vida. Puede ocurrirle a cualquiera y a cualquier edad, pero los síntomas suelen aparecer por primera vez en la juventud (entre los 7 y los 25 años).
La mayoría de las personas que sufren parálisis del sueño sólo tienen uno o dos episodios en su vida. Pero hay un pequeño número de personas que la sufren con mayor regularidad. Esto se conoce como parálisis del sueño recurrente, que puede estar relacionada con otro problema de sueño o con una enfermedad.
¿Qué aspecto tiene la parálisis del sueño?
Como no puedes moverte ni hablar, es imposible que nadie sepa que estás en parálisis del sueño. La única forma de que alguien lo sepa es si se lo cuentas cuando salgas de ella.
¿Qué causa la parálisis del sueño?
La causa de la parálisis del sueño no siempre está clara, pero se ha relacionado con otros trastornos del sueño, como la narcolepsia, el insomnio y la apnea del sueño enfermedades mentales, como la ansiedad, el trastorno de pánico, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el trastorno bipolar y la esquizofrenia
falta de sueño o alteración de los patrones de sueño, por ejemplo, debido al jet lag o al trabajo por turnos antecedentes familiares de parálisis del sueño la fatiga y el estrés dormir de espaldas el consumo de alcohol.
¿Qué se puede hacer para tratar la parálisis del sueño?
No se ha demostrado que se pueda detener la parálisis del sueño mientras se está en ella. Pero muchas personas que la padecen descubren que intentar hacer pequeños movimientos puede ayudarles a salir del episodio más rápidamente, como mover un dedo, luego otro, y así sucesivamente.
Cómo prevenir la parálisis del sueño
No hay muchas pruebas que respalden tratamientos específicos para la parálisis del sueño. Sin embargo, dado que suele estar relacionada con problemas de sueño, dormir lo suficiente y de buena calidad, mejorando la higiene y los hábitos de sueño, puede ayudar a reducir el riesgo. Para ello, intenta:
- Intenta dormir 7 o más horas cada noche
- Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso el fin de semana
- Seguir una rutina antes de acostarse que le ayude a relajarse, como darse un baño, escuchar música y practicar técnicas de relajación
- No dejes que el ruido y la luz entren en tu habitación
- Reduce la cantidad de cafeína y alcohol que consumes, durante todo el día, pero especialmente por la noche
- No utilices dispositivos electrónicos -teléfono, tableta, ordenador portátil, televisión- durante al menos 30 minutos antes de acostarse
También puedes intentar evitar dormir boca arriba, ya que esto puede aumentar el riesgo de sufrir un episodio de parálisis del sueño. Se cree que esto se debe a que acostarse boca arriba puede empeorar las condiciones de sueño, como la apnea del sueño, que puede conducir a la privación del sueño y desencadenar la parálisis del sueño.