Las deudas constituyen, sin duda alguna, uno de los principales obstáculos para lograr mejorar muchos elementos necesarios e imprescindible para mantener los espacios en perfectas condiciones. Lamentablemente, en las comunidades es en donde se observa cada día más como aumenta la lista de deudores, trayendo como consecuencia el deterioro de las instalaciones, aunque también es un tipo de problema que se puede observar a nivel personal y profesional.
Es, justamente por lo anterior, que mantener las deudas al día es fundamental para que todo fluya de forma correcta. Los altos niveles de morosidad tienen como consecuencia el deterioro de los espacios y con ello el valor del inmueble, en caso de tratarse de una comunidad, mientras que a nivel personal, la morosidad también tiene un impacto negativo en la otra u otras personas involucradas, independientemente de si se trata de un compromiso de pago personal o profesional.
Reclamación de deudas en comunidades
Como comentamos anteriormente, las altas tasas de morosidad de las comunidades es el principal obstáculo para lograr el óptimo funcionamiento y mantenimiento de las instalaciones generales. De allí la importancia de reclamar deudas en comunidades siguiendo los pasos que indica la Ley y siempre con la mayor brevedad posible para evitar que la misma continúe acumulándose, lo que hace mucho más complicado que el vecino o los vecinos morosos cumplan con dicho compromiso de pago.
Para iniciar un proceso de reclamación es fundamental seguir ciertos pasos básicos. Además, las reclamaciones por impagos siempre deben hacerse a través de una serie de trámites y para ello es indispensable cumplir con ciertos requisitos básicos. Seguir los pasos es imprescindible para sustentar la validez de la deuda y al mismo tiempo para avalar dicho proceso de morosidad. Se trata de un tipo de diligencia que conlleva gastos, por lo que es necesario evaluar si efectivamente merece la pena iniciar el trámite al considerar el importe total de la deuda.
Por supuesto, antes de iniciar este tipo de trámites, es recomendable hacer lo posible para conversar con el vecino o los vecinos morosos para llegar a un acuerdo conveniente que les permita ir cancelando la deuda en función de su gestión económica. Así mismo, es importante destacar que un vecino es considerado moroso desde el momento en que deja de cumplir con los diferentes compromisos financieros que tiene para con la comunidad, incluso cuando se trata de cuotas extraordinarias para cubrir algún imprevisto específico.
A continuación compartimos contigo cuál es el procedimiento correcto que deben seguir las comunidades para tratar con el vecino o los vecinos que no cumplen con los pagos correspondientes:
- Diálogo: como comentamos anteriormente, el primer paso es establecer un diálogo directo con el vecino que acumula la deuda. La Junta debe establecer el contacto, siempre de forma amistosa, para solicitarle al vecino que cumpla con el pago correspondiente. Dependiendo de la situación del vecino, es posible que la Junta pueda establecer algunas condiciones más flexibles para que pueda cumplir con el pago.
- Notificaciones: el siguiente paso imprescindible son las notificaciones de cobro porque las mismas constituyen un aval necesario para, posteriormente y en caso de que sea necesario, iniciar un proceso de índole legal. De igual forma, también se debe cumplir con la notificación al Secretario de la Comunidad en donde se le indican algunos datos relevantes con respectos al importe de la deuda y su correspondiente liquidación. El Presidente de la Junta, por su parte, también debe dar el visto bueno para iniciar el proceso formal de las notificaciones de cobro.
Reclamación de deudas a un cliente
Aunque pueda parecer igual, el proceso de reclamación de deudas en los casos de los clientes varía un poco en comparación a las deudas de las comunidades. En estos casos y dependiendo de la situación, la mejor alternativa es denunciar a un cliente, pero para ello también se deben seguir algunos pasos básicos, así como también con los requisitos exigidos por la Ley.
- Procedimiento monitorio
El procedimiento monitorio es aquel que permite denunciar a un cliente por la falta de pago de una correspondiente deuda para exigir el pago de toda la deuda vencida, líquida y exigible. Es la opción más recomendable para iniciar un proceso de reclamación civil por impagos porque es mucho más rápido y fácil de tramitar.
- Condiciones
Si bien el procedimiento monitorio es la mejor alternativa para denunciar a un cliente por la falta de pago, también es cierto que se deben cumplir con ciertas condiciones básicas. En este sentido, una de las condiciones más importantes, además de que la deuda debe ser líquida y exigible, es que se incluyan documentos que soporte o avalen la misma, como es el caso de pagarés, facturas y letras, entre otros, con la acotación especial de que las mismas deben estar vencidas.
Es necesario y obligatorio aportar los documentos que demuestren la existencia de la deuda porque de lo contrario no será posible hacer la correspondiente denuncia. También es necesario y recomendable incluir los documentos o pruebas que sirvan para demostrar que también se intentó hacer el cobro de la deuda por diferentes vías conciliatorias, como a través de correos certificados, burofax, correos electrónicos, entre otros.
- Tiempo de reclamación
Además de los aspectos anteriores, también es fundamental saber que se dispone de un tiempo límite para iniciar el proceso de reclamación y el mismo estará determinado por la fecha de vencimiento de la factura, tomándose como plazo los 30 días en que el cliente recibe el servicio o el producto. Dicho período se puede extender hasta por 30 días más, siempre y cuando las partes lleguen a dicho acuerdo.
La acumulación de deudas, tanto para una comunidad como a nivel personal, siempre se traduce en importantes obstáculos para, en el caso de los primeros, alcanzar los objetivos mínimos de mantenimiento de la comunidad, indispensable para mantener el valor del inmueble. En el caso de las deudas de un cliente, también se traduce en un grave problema que puede afectar en mayor o menor medida la productividad y liquidez de una empresa.