Para un botánico, un tomate es sin duda una fruta. Sin embargo, un nutricionista o un cocinero podrían decir que los tomates son verduras. ¿Y el Tribunal Supremo de Estados Unidos? Bueno, ellos también tienen una opinión.
Entonces, ¿Cuál es? He aquí algunos argumentos a favor y en contra.
El argumento a favor de la fruta
Un botánico diría que cualquier estructura portadora de semillas formada a partir del ovario de una planta con flores es una fruta. Según esta definición, los tomates son, sin duda, frutas.
La jugosa pulpa de los tomates protege y contiene las semillas de sus plantas huéspedes. Esto significa también que alimentos como la calabaza, las calabazas, los pepinos, los pimientos y las berenjenas son también frutas.
Desde el punto de vista botánico, las hortalizas son cualquier parte comestible de una planta que no sea una fruta. Pueden ser las hojas de la planta, como es el caso de las espinacas y la lechuga, las raíces, como las zanahorias y las remolachas, o los tallos, como los espárragos.
El argumento de la verdura
A pesar de ser técnicamente una fruta, algunas personas siguen pensando que los tomates son una hortaliza. Los tomates tienen un contenido de azúcar mucho menor que la mayoría de las frutas comestibles.
No son tan dulces y, por ello, suelen encontrarse en platos más salados. Los tomates son habituales en las ensaladas o en el plato principal de una comida, pero probablemente no pondrías tomates picados en tu helado o en tu postre favorito.
Esto ha llevado a muchos, incluidos nutricionistas y chefs, a considerar los tomates como una «verdura culinaria».
¿La sentencia del Tribunal Supremo?
Aunque la gente puede debatir sobre la diferencia entre verdura y fruta, cabe señalar que el Tribunal Supremo de EE.UU. se ha pronunciado sobre esta cuestión.
En 1886, un importador de productos agrícolas llamado John Nix llevó un cargamento de tomates al puerto de Nueva York, donde el funcionario de aduanas Edward Hedden exigió el pago de un impuesto del 10%.
Un arancel de 1883 había establecido un derecho de importación para las «hortalizas extranjeras». Nix, aparentemente conocedor de la botánica, se negó a pagar, argumentando que los tomates, de hecho, son frutas.
La disputa entre los dos hombres acabó llegando al Tribunal Supremo en 1893. Ambas partes expusieron sus argumentos, citando varias definiciones de diccionario y aportando expertos en productos.
Finalmente, el tribunal decidió por unanimidad que debía clasificarse en la normativa aduanera como una hortaliza, basándose en las formas de uso y en la percepción popular al respecto.
Como dijo el juez Horace Gray: «Desde el punto de vista botánico, el tomate es el fruto de la vid, al igual que los pepinos, las calabazas, las judías y los guisantes. Pero en el lenguaje común del pueblo… todas estas verduras… suelen servirse en la cena en, con o después de la sopa, el pescado o la carne, que constituyen la parte principal del banquete, y no, como las frutas, generalmente como postre.»
¿Caso cerrado?
A pesar de la decisión del Tribunal Supremo, el debate sobre si es una fruta o una verdura continúa. Los tomates han sido designados como la hortaliza estatal de Nueva Jersey. Pero a la inversa, en 2009, el estado de Ohio aprobó una ley que convierte al tomate en la fruta oficial del estado. Está claro que esta discusión no va a desaparecer pronto.