Lejos quedaron los años 90 cuando la oferta de contenidos para adultos se limitaban a revistas pornos y algún canal en horario nocturno.
La llegada de Internet supuso un cambio en la forma de vivir de la gente, desplazando todo lo conocido hasta entonces y creando una nueva forma de comunicarnos y de relacionarnos. Uno de los servicios que sufrió la llegada de la era digital fue el de los teléfonos de línea erótica.
Internet perjudicó a los teléfonos de líneas calientes
Con la llegada de internet aparecieron nuevas formas de entretenimiento para adultos desconocidas hasta entonces. Con un solo clic podías acceder a páginas xxx con mucha variedad de vídeos a gusto del consumidor. También llegaron las webcam xxx, donde podías ver a chicas en directo por videollamadas e interactuar con ella. El contenido era tan grande y variado como sumergirse en un mar infinito de porno, donde siendo mayor de edad, se podía acceder fácilmente sin salir de casa.
Con el paso de los años han ido surgiendo las webs de líneas eróticas como polvazotelefonico.com que se han consolidado como una alternativa de sexo telefónico real.
La vuelta del sexo telefónico
Mucha gente que sufre problemas sexuales, timidez o tiene dificultades para socializar, ven en las líneas calientes una salida real donde dar rienda suelta a fantasías y deseos.
Es una forma de disfrutar que está a caballo entre el contacto físico y el porno. Una persona dispuesta a darte placer a través del teléfono, con la cual puedes hablar de tus fantasías y placeres secretos, o a la que simplemente puedes pedirle que te escuche hablar, puesto que siempre hay gente que lo necesita o le gusta. Además, es completamente anónimo. En definitiva, una voz que cumplirá por teléfono todos tus deseos sexuales.
La pandemia como resurección de las líneas calientes
Aunque ha sido una desgracia para el mundo entero, ha habido una infinidad de empresas que han prosperado gracias a la pandemia, y definitivamente los teléfonos eróticos han triunfado, sobre todo en el confinamiento.
La búsqueda de estímulos nuevos, sumado a la imposibilidad de salir y relacionarse con gente físicamente, creó el caldo de cultivo perfecto para que las líneas eróticas volvieran a ser protagonistas como lo fueron en los años 90.
Hastiados de vídeos porno y páginas de contactos, la mejor forma de disfrutar con seguridad y sin arriesgarse a veces sólo estaba a un número de teléfono de distancia, dispuesto a satisfacer todos tus deseos hasta que consiguieses alcanzar el orgasmo. Después de muchas idas y venidas, se puede afirmar que los servicios de líneas eróticas han vuelto para quedarse.