Incluso si imaginamos que los robots pueden ser entrenados para ser tan capaces como los humanos en habilidades blandas y duras, la implementación de la IA en todos los sectores sigue siendo un serio desafío. La mayoría de las empresas carecen de infraestructura computacional y de la experiencia necesaria para implementar la IA con éxito.
«El mayor error es, por desgracia, pensar que ‘vamos a hacerlo bien’. La IA no es fácil de implementar. La mayoría de las empresas que lo intentan se sienten tan atraídas por la promesa de la IA que se precipitan al ver que el panorama está plagado de proyectos que han fracasado. Según Gartner, sólo el 53% de los proyectos llegan a la producción. De hecho, un 85% de los proyectos de IA no consiguen alcanzar sus objetivos empresariales iniciales»
explica a Cybernews Jags Kandasamy, director general y cofundador de Latent AI.
¿Robots para sustituir empleados o sustitución de humanos en general?
Si los robots no van a sustituir a los humanos en los puestos de trabajo, quizá se fusionen para crear algo completamente diferente: un humano superior.
La mejora humana, en comparación a los robots, es un proceso de aplicación de la tecnología para modificar los rasgos o las capacidades humanas. Hoy en día, se limita sobre todo a la cirugía plástica y a las drogas utilizadas para mejorar el rendimiento deportivo (como el dopaje).
En el futuro, sin embargo, los humanos, como algunos robots, podrán conectar sus cerebros a redes en línea, así como hacer uso de la ingeniería genética y la bioimpresión en 3D. Esto nos lleva a una cuestión ética muy debatida: ¿qué significa ser humano?
Una investigación reciente del Pew Research Center muestra que los estadounidenses son muy cautelosos respecto a las posibilidades que ofrece la mejora humana. Así, la mayoría piensa que los chips cerebrales implantados para procesar información de forma rápida y precisa serían una mala idea para la sociedad.
«No es normal. Es alejar a la raza humana de las cosas que deberíamos hacer. Da miedo porque he leído a los científicos que en un futuro próximo los robots pueden acabar tomando decisiones sobre las que no tenemos control. No me gusta nada» comentó uno de los encuestados.
Sin embargo, los encuestados consideran en general que el uso de la IA es una buena idea, como el uso del reconocimiento facial por parte de la policía y los algoritmos informáticos por parte de las empresas de medios sociales.
«Fundamentalmente, la cautela recorre las opiniones públicas sobre la inteligencia artificial (IA) y las aplicaciones de mejora humana, a menudo centradas en las preocupaciones sobre la autonomía, las consecuencias no deseadas y la cantidad de cambios que estos desarrollos podrían significar para los seres humanos y la sociedad», explica la investigación.
La aparición de los robots y el uso generalizado de la IA con fines de mejora humana exigirá una reglamentación estricta y normas más estrictas para su aplicación. Es probable que el marco normativo existente deba revisarse de forma significativa para tener en cuenta esta nueva tecnología.
La posibilidad de que nos veamos en un mundo donde las maquinas y robots formen parte del orden y sistema laboral ya no es algo de ciencia ficción. Muchas compañías tienen en su haber un sistema automatizado que cumple cientos de tareas las veinticuatro horas al día todo el año, por lo que suele ser mas factible en comparación a la mano de obra humana, que requiere de descansos, beneficios y con la posibilidad de que al sufrir un siniestro, la empresa se vea afectada por la falta de rendimiento de un determinado sector.
Son muchas las ventajas, pero nos lleva a un interrogante preocupante sobre los futuros sectores laborales.