No hay nada como comenzar el día disfrutando de una taza de café, sintiendo en los pies descalzos la suavidad y confort de un césped cuidado en un propio jardín. Conseguir el jardín de los sueños es sencillo siempre y cuando se cuente con el sistema de riego apropiado.
Hasta hace relativamente poco, conseguir uniformidad y un césped enérgico en el jardín requería de horas de trabajo y de mucha atención dependiendo de la estación del año y a las distintas temperaturas y épocas de sequía, pero gracias al gran desarrollo que se ha experimentado en el sector de los sistemas de riego automático los esfuerzos se han reducido al mínimo en beneficio del propietario, una auténtica revolución.
Es un hecho que se están empezando a sufrir los síntomas del calentamiento global y cada vez el agua se está convirtiendo en un bien más preciado, por lo que conseguir un suministro de agua que optimice y aproveche al máximo cada gota de agua es primordial y de vital importancia, acudir a una empresa de riego fiable es la solución.
En lo que al riego del jardín respecta, es preciso identificar el tipo de sistema de riego automático que más se adapta a las necesidades y escoger aquel que presente mejores características, es una inversión de cara al futuro que evitará quebraderos de cabeza y facturas de agua desorbitadas.
Tipos de sistemas de riego automático
Para escoger el sistema de riego automático para el jardín antes se ha de tener en cuenta el tamaño del mismo, la cantidad de plantas que se tenga en la zona exterior y el tiempo que se le pueda dedicar. Si se necesita asesoramiento y se encuentra en la costa malagueña, Rimesa, una empresa de riego en Marbella, es todo un referente.
La automatización del riego siempre es una buena opción, a no ser que el jardín sea muy pequeño, en tal caso con una manguera y realizar un riego de forma manual será sencillo.
Para jardines más amplios los sistemas de riego automático es la solución perfecta, ya se opte por el sistema de aspersión o por el sistema de goteo.
En el sistema de aspersión se consigue un importante ahorro de agua y consiste en la utilización de aspersores que pulverizan el agua sobre la superficie en forma de pequeñas gotas que llegan a todos los rincones, ya que giran sobre sí mismos y se pueden localizar en puntos clave para que el agua llegue a toda la superficie.
El riego por goteo es un sistema ideal para jardines en los que, además de césped, se tienen árboles, plantas, arbustos o incluso un pequeño huerto. Con el goteo el aprovechamiento del agua es máximo, ya que, con los goteros, que se ubican en cada planta, se administra el agua gota por gota.
Como se puede observar, un sistema vendrá mejor que otro dependiendo del diseño del jardín, pero en ambos casos cabe la posibilidad de incluir programador automático para simplificar aún más la tarea y no haya que preocuparse cuando se estén unos días fuera de casa.
Ventajas de los sistemas de riego
Tal y como se indicaba anteriormente, el uso de sistemas de riego supone un enorme ahorro de agua, gestionándola de forma sostenible y controlando los litros que se consumen.
La eficacia es otra de las ventajas de estos sistemas, se controla qué es lo que se riega y lo que se queda al margen, como las malas hierbas.
Ahorro de tiempo, ya que con la automatización la ardua tarea de regar con la manguera quedó en el olvido.
También hay que destacar el precio económico de estas soluciones de riego, en comparación con lo que se ahorrará en la factura del agua es un gasto mínimo.
Por último, la instalación es sencilla. Si el propietario tiene algo de habilidad, podrá instalar el sistema en unas pocas horas.