Sergio Romero, fundador y CEO de VivelaVita, el mayor sexshop online de Europa, no se anda con rodeos: “Un vibrador ha salvado más relaciones que muchas terapias”, afirma entre risas, pero con la firme convicción de quien ha visto de todo tras cuatro años liderando el sector. Desde juguetes para principiantes hasta artículos más atrevidos, su tienda online se ha convertido en el espacio de referencia para miles de parejas que buscan reconectar con su deseo.
Romero defiende que la sexualidad sigue siendo uno de los grandes tabúes de la vida adulta. “Muchísimas parejas llegan a un punto en que no saben cómo hablar de lo que les pasa en la cama. Nosotros no damos terapia, pero ofrecemos herramientas que ayudan a romper el hielo, experimentar y, sobre todo, disfrutar juntos sin culpa.”
Pero no todo pasa por los juguetes con vibración. “Tenemos una variedad enorme de juegos de mesa eróticos que incentivan la comunicación dentro de la pareja. Son dinámicas que permiten contarse cosas que normalmente dan vergüenza, deseos, fantasías… y lo hacen de forma divertida, sin presión, con espacio para el diálogo y la risa. A veces una pregunta en una carta lo cambia todo.”
Según sus cifras, los productos más vendidos no son los más extremos, sino los que fomentan la complicidad: vibradores para usar en pareja, juegos de roles suaves y aceites para masajes íntimos. “La gente busca conexión. Los juguetes son una excusa para reírse, probar y hablar de sexo sin que parezca una discusión.”
En un contexto donde las relaciones se enfrentan al estrés, la rutina y la desconexión emocional, Romero cree que el erotismo consciente puede marcar la diferencia: “A veces no hace falta una sesión de tres horas de terapia, sino diez minutos de risa, piel y placer.”
Y luego están las anécdotas inesperadas. “Muchas veces vienen por cosas de broma, para una despedida de soltera: muñecos hinchables, dados con posturas… Y a las dos semanas vuelven, esta vez buscando lubricante o algún complemento para poder usar ‘la broma’. Al final, lo que empezó como una risa se convierte en una experiencia real, y muchas parejas se atreven a explorar porque ya han roto esa primera barrera.”
Sergio también subraya el papel educativo que está tomando su tienda en los últimos años. “Muchos clientes no vienen solo a comprar. Vienen a aprender. Por eso creamos artículos, guías y comparativas en nuestro blog. Les explicamos qué es una bala vibradora, cómo se usa un plug anal de forma segura o cómo empezar con el BDSM sin caer en tópicos de película.” Esta labor didáctica ha disparado el tráfico a su web, especialmente en fechas señaladas como San Valentín, Black Friday o el Día Mundial del Sexo.
Otro de los grandes cambios que ha vivido desde que fundó la tienda es el perfil del cliente. “Antes, la mayoría eran hombres, ahora cada vez más mujeres y parejas compran juntas. También vemos más diversidad: personas no binarias, mayores de 60 años, personas con movilidad reducida… Todos tienen derecho a disfrutar del placer sin juicios ni barreras.”
Aunque todavía hay tabúes, nota un cambio cultural imparable. “En España hemos pasado de escondernos para comprar un preservativo, a regalar un succionador en un cumpleaños. Y no solo en Madrid o Barcelona. Vendemos muchísimo en pueblos pequeños, donde quizá no hay una tienda física cerca, pero sí ganas de explorar y cuidarse.”
Romero también denuncia la censura que vive el sector erótico en redes sociales. “Nos bloquean anuncios, perfiles e incluso publicaciones que son informativas, sin desnudos. Es injusto que podamos hablar de un cepillo de dientes eléctrico, pero no de un vibrador que puede mejorar la vida de una persona con vaginismo o disfunción eréctil.”
Pese a todo, se mantiene optimista. “Estamos rompiendo barreras cada día. No vendemos solo juguetes, vendemos libertad. La libertad de decir ‘me gusto’, ‘quiero disfrutar’, ‘esto me da placer’… y compartirlo sin miedo.”