La crisis económica ha dejado a su paso una serie de efectos nefastos para el bienestar de la sociedad actual. La pandemia sanitaria llegó para arrasar nuestra manera de entender el mundo y, cuando todo empezaba a dejar signos de recuperación, llegó la guerra de Ucrania y el encarecimiento de la energía. De la noche a la mañana, como ocurrió en 2008 con el estallido de la burbuja inmobiliaria, nos tocó abrochar de nuevo los cinturones. El consumo de 2022 ha caído de forma radical y, de cara a 2023, es posible que se vuelva a dar un proceso de mejoría económica.
La inflación y otros problemas que han limitado el consumo
Nada nos había preparado en el primer mes de 2020 para intuir lo que estaba por llegar. Mientras muchas empresas y empleados perdieron su estabilidad económica a causa de la pandemia, los precios de ciertos artículos empezaron a subir sin razón alguna. Por suerte, muchos se pudieron apoyar en los minicréditos para hacer frente a esta situación.
No obstante, cuando la crisis sanitaria pasó de largo, la guerra en Ucrania dejó ver su peor rostro. Ahora sí: la inflación en Europa se disparó como nunca antes y el coste de la energía alcanzó precios desorbitados. Un aumento sustancial en los gastos cotidianos que, sumado a las dificultades laborales provocadas por la pandemia, han hecho que muchos españoles reduzcan su nivel de consumo.
Llenar el cesto de la compra se complicó drásticamente, así como asumir la tarifa de la luz y de la calefacción. Aunque, a pesar de lo vivido en este 2022, se espera que los precios mejoren en los próximos meses. De hecho, hay estadísticas que sitúan esta recuperación en un 4% de cara al próximo junio; dando esperanzas a quienes lo están pasando mal en la actualidad.
Las previsiones vuelven a ser esperanzadoras
El pasado año fue uno de los más complicados en términos de economía; de hecho, durante los meses de verano la inflación superó el 10%. Unas cifras escandalosas que pocos recuerdan haber vivido. No obstante, después del freno al consumo en 2022 se espera que en los próximos meses se vuelva gradualmente a los hábitos previos a la pandemia.
Las previsiones del Banco de España sitúan esta inflación en un 5 ‘6% de cara a 2023 y, tan solo un año después, en un 1’ 9%. Ahora bien, en términos de crecimiento del PIB, habrá una desaceleración sustancial, dejando el crecimiento en un 1 ‘1%. Eso sí, como puedes ver, los pronósticos siguen enfocados al auge de la economía.
Con esto en mente, se espera que los comercios y el abastecimiento energético vuelvan a ser bienes asequibles. Hablamos nada menos que de la base de nuestro bienestar y prescindir de este tipo de recursos es inviable. Algo en lo que las nuevas soluciones financieras llevan tiempo siendo de gran ayuda.
Soluciones eficientes para los tiempos de crisis
Desde que la crisis llegó a nuestras vidas, muchas personas han estado buscando soluciones eficientes para evitar mayor trascendencia en su bienestar. Ejemplo de ello fue el cambio de horario a la hora de poner los electrodomésticos, evitando las altas tarifas de la luz. Sin embargo, pocas han sido tan destacadas como la solicitud de un crédito inmediato.
En lugar de perder suministros clave para el hogar o dejar de abonar el pago de una hipoteca o alquiler, estos pequeños ingresos se convirtieron en la salvación de muchos. Una manera de financiar a plazos muchos de los costes que, sin previo aviso, se dispararon para dejar de ser asequibles.
La principal característica de estos préstamos online es que llegan en el acto a sus solicitantes y, además, no presentan casi requisitos. Con un sencillo formulario, se obtiene la cantidad deseada en cuestión de unas pocas horas. Un salvoconducto que ha sido esencial para mantener ciertos hábitos de consumo durante los meses tan complicados que hemos padecido.