El suelo laminado se ha convertido en una de las opciones más modernas y resistentes para disfrutar de una imagen elegante y cálida, semejante a la madera. Este tipo de trabajo consiste en la instalación de láminas con diferentes niveles de resistencia que se adaptan a los usos y retos a los que estarán expuestos.
Son muy populares tanto en hogares como en oficinas. Sus diseños son muy versátiles y se pueden ajustar fácilmente a las tendencias de decoración propuestas en cada espacio.
Además, al contar con una imagen de madera natural, es posible combinar el suelo laminado fácilmente con los clásicos muebles de este material, aportando un punto adicional que lo coloca cerca de las tendencias actuales.
Como ventaja más resaltante encontramos una increíble durabilidad y una instalación sencilla, especialmente cuando se trata de profesionales con experiencia en suelos laminados.
Elegir los suelos laminados
La instalación de suelo laminado es una decisión que hay que pensar y planificar muy bien. Desde luego, se trata de un sinfín de beneficios que podrás disfrutar por mucho tiempo, pero aun así, es recomendable contar con la asesoría de un experto para elegir correctamente los detalles.
Por ejemplo, el diseño de la imagen o mejor dicho, la elección de la fotografía de madera que irá en el suelo. Quizás no lo sabes, pero el suelo laminado se fabrica basándose en capas, la primera es transparente y muy resistente gracias a que está hecha de melamina.
Debajo de esta, se coloca una fotografía de una lámina real de madera. Al existir cientos de diseños de este material, conviene elegir muy bien cuál es el que deseamos para decorar nuestro suelo, tomando en cuenta la decoración integral del espacio.
En la base encontramos la última capa. Esta se encarga de mantener la humedad bajo control y sostiene las demás de manera firme.
El nivel de resistencia
Una vez que hemos decidido cuál es el diseño del suelo laminado es momento de elegir el tipo, según su resistencia. Para ellos se considera el tipo de uso que tendrá. ¿Es para el hogar?, ¿para la oficina?, ¿una zona industrial?
Esta es una duda muy frecuente dentro del proceso de venta e instalación del suelo laminado. Los clientes usualmente desconocen que este tipo de producto ofrece distintos niveles de resistencia, con la misma calidad. Otro motivo para asesorarse con una empresa profesional.
¿Afecta esto al presupuesto? Evidentemente sí. A pesar de que la calidad es la misma, mientras más resistencia presente el suelo laminado, el precio resulta mayor. Sin embargo, la categorización es lo suficientemente amplia como para poder ajustarse a la economía del proyecto. Ahora bien, siempre existirá como recomendación decantarse al menos por un nivel intermedio, para un resultado satisfactorio.
La instalación de suelos laminados
Llegamos al punto de la instalación de suelos laminados. Aquí nos encontramos con varias opciones entre las que puedes elegir la que más se ajuste a tu presupuesto. La más económica a simple vista es comprar las láminas con sistema de “clic” para instalarlas tú mismo.
Pero las complicaciones surgen cuando las piezas no calcen a la perfección, creando algunas irregularidades en el resultado. Pasamos entonces a la siguiente posibilidad, que es adquirir las láminas previamente y solicitar un presupuesto solo por la instalación.
Por supuesto que eso es posible. En este caso, el presupuesto incluiría únicamente la mano de obra y los detalles adicionales inherentes a la instalación del suelo laminado. ¿La desventaja? Podrías tener problemas con la elección del tipo de suelo laminado que realmente necesitas.
La tercera opción es la que ofrece mayor cantidad de ventajas. Te diriges a una empresa de profesionales, con más de 20 años de experiencia, las mejores recomendaciones de clientes satisfechos y solicitas una atención integral.
Esto incluye la respectiva asesoría, el diseño del espacio a detalle, la elección y venta del material adecuado y la correcta instalación del suelo laminado. A pesar de que pueda resultar más costosa a simple vista, se trata de una inversión en calidad que definitivamente notaremos a largo plazo.