Roma es una ciudad vibrante y moderna con más de dos mil años de historia, arte y cultura, y ofrece una amplia cantidad de actividades únicas para disfrutar, así como también una extensa diversidad de monumentos emblemáticos que puedes visitar para conocer esta increíble región.
Visitar Roma es una experiencia irrepetible y memorable, ya que se puede disfrutar de la impresionante belleza de sus calles, plazas, fuentes y museos. Si te preguntas que ver en Roma, existe una larga lista de alternativas para todos los gustos, desde el Coliseo y el Panteón hasta la Basílica de San Pedro y numerosos museos, donde es posible apreciar el legado e influencia de las diferentes épocas.
Esta ciudad es una excelente opción para recorrer durante cualquier época del año, gracias a su agradable y suave clima mediterráneo. Sin embargo, es necesario tener en cuenta algunos factores clave para planificar previamente el viaje y reservar los alojamientos y entradas a los lugares de tu interés.
Los mejores lugares para visitar
Roma posee tantos lugares deslumbrantes para visitar que resulta imposible verlos todos en una sola visita a la ciudad. Por esta razón, al momento de planificar tu viaje, es fundamental elegir aquellos que más te atraigan y organizar tu itinerario en función de tus preferencias, tiempo y presupuesto.
Una de las opciones más destacadas que puedes visitar es el Museo del Vaticano, el cual alberga una hermosa colección artística de diversas épocas y estilos, incluyendo la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. El precio del Museo Vaticano entradas es de aproximadamente 26 euros por persona y pueden ser reservadas a través de internet para una mayor comodidad, evitando largas filas o que se agoten las entradas en temporadas altas.
Otro lugar destacado que también puedes visitar en Roma es la Basílica de San Pedro, la iglesia más grande e importante de la religión católica, que se encuentra en el interior del Estado del Vaticano. La construcción de la basílica tuvo una duración de más de cien años y participaron reconocidos artistas como Bramante, Miguel Angel, Bernini y Maderno.
Además del Museo del Vaticano y la Basílica de San Pedro, uno de los lugares más emblemáticos de Roma es el Coliseo, un símbolo característico de la ciudad y una de las maravillas del mundo antiguo. Se trata de un anfiteatro que fue construido durante el siglo I d.C., en el cual se llevaban a cabo espectáculos con gladiadores, animales y combates navales.
El precio de las Coliseo Romano entradas se encuentran a partir de 22 euros e incluyen el acceso al Foro Romano y a la colina del Palatino, que son otros dos sitios arqueológicos de gran importancia en la ciudad.
El transporte público: algo muy importante a considerar
Roma cuenta con una red de transporte público que incluye autobuses, metro, tranvías y trenes. Los autobuses son una opción bastante común para movilizarse a través de Roma, sin embargo, es importante considerar que suelen estar muy llenos y en ocasiones pueden sufrir retrasos a causa del tráfico. Los autobuses de la ciudad son fácilmente reconocibles por su color naranja y tienen paradas en las principales calles y plazas de la ciudad.
Otra alternativa destacada para desplazarte es el Metro Roma, uno de los medios más veloces y cómodos para viajar por la ciudad, ya que evita el tráfico de las autopistas y las zonas de peatones. Además, es un medio de transporte bastante asequible, gracias a que el billete sencillo es de 1,50 euros y tiene una duración de 100 minutos.
Por otro lado, los tranvías son un medio de transporte utilizado con menor frecuencia, pero también resultan útiles para diversas zonas de la ciudad. Estos se reconocen gracias a su color verde y tienen paradas en las vías principales. Al mismo tiempo, los trenes son un medio de transporte que se encargan de conectar Roma con otras ciudades de los alrededores como Ostia, Frascati o Tívoli, cuyo precio depende del destino y la distancia.
Además del transporte público regular, Roma también proporciona servicios especiales para los turistas, como los autobuses turísticos. Estos autobuses son vehículos de dos pisos que se movilizan a través de los puntos de interés más destacados de la ciudad. Asimismo, los autobuses turísticos poseen paradas fijas donde puedes subir o bajar con total libertad. El precio del billete puede ser diferente dependiendo del tiempo y el recorrido, sin embargo, suele ser de 20 euros por persona.
Otros factores que debes planificar
Además de seleccionar los lugares que deseas visitar con anticipación y considerar el transporte público que planees utilizar, al organizar un viaje a Roma debes tener en cuenta muchos otros factores que pueden influir en la experiencia y, sobre todo, en el presupuesto.
En primer lugar, uno de los aspectos más importantes es el alojamiento. Roma cuenta con una amplia diversidad de alojamientos que se adaptan a todo tipo de preferencias y bolsillos, desde hoteles de lujo hasta hostales baratos. El precio del alojamiento dependerá de la ubicación en la que te encuentres, la categoría y la temporada. Por lo tanto, es recomendable reservar previamente y comparar las diferentes opciones disponibles en internet.
Por otro lado, además del alojamiento, otro elemento a considerar puede ser la comida que desees degustar. Roma es una ciudad que brinda una gastronomía diversa y deliciosa, basada en productos frescos y locales. El precio de la comida depende del tipo de establecimiento y de los platos que te interese probar. Por esta razón, es importante planificar el presupuesto que quieras destinar a la gastronomía.
Entre otros aspectos, es fundamental considerar que el idioma oficial de Italia es el italiano al momento de viajar, aunque en Roma también es posible comunicarse en inglés con facilidad, especialmente en las zonas turísticas y los servicios públicos. Sin embargo, es esencial aprender un vocabulario básico en el idioma de la región.
Por último, es necesario tener en cuenta que la moneda oficial del país es el euro. Por lo tanto, es recomendable acudir a casas de cambio o cajeros automáticos para obtener efectivo que te permita pagar gastos pequeños, como el transporte o las entradas.