El embalaje industrial desempeña un papel crucial en la protección de los productos durante su almacenamiento, transporte y distribución. En el embalaje industrial se utilizan varios tipos de bolsas para satisfacer las diversas necesidades de los distintos sectores y productos, estas van desde embalaje de plástico hasta bolsas hinchables.
Conocer los distintos tipos de bolsas disponibles puede ayudar a las empresas a tomar decisiones informadas a la hora de seleccionar soluciones de envasado que garanticen la seguridad, la calidad y la eficacia de los productos. Así comprenderás las diferencias entre cada una, la recomendación de las bolsas desecantes y el mejor embalaje para cada producto.
Conoce los tipos de bolsas para embalaje industrial entre los que puedes elegir
Ahora bien, si estás comercializando productos industriales, es preciso que conozcas los tipos de embalajes disponibles para que siempre optes por las opciones más recomendables en cada ocasión. Las bolsas más populares son:
Bolsas de polipropileno (PP)
Las bolsas de polipropileno son soluciones de envasado versátiles y rentables que se utilizan habitualmente en sectores como la agricultura, la alimentación, los productos químicos y la construcción. Estas bolsas son ligeras, duraderas y resistentes a la humedad, lo que las hace ideales para envasar productos como granos, semillas, fertilizantes y polvos.
Bolsas de polietileno (PE)
Por otro lado, las bolsas de polietileno son conocidas por su flexibilidad, fuerza y resistencia a los productos químicos y la humedad. Se utilizan ampliamente en industrias como la farmacéutica, alimentaria, electrónica y minorista para envasar productos como alimentos congelados, productos químicos, ferretería y textiles.
Bolsas de papel
En cuanto a las bolsas de papel, son opciones de embalaje ecológicas, biodegradables y reciclables. Generalmente, son las preferidas en sectores como el comercio minorista, la alimentación y la confección para envasar productos como comestibles, comida rápida, ropa y regalos. Las bolsas de papel pueden personalizarse con impresiones y marcas con fines de marketing.
Bolsas FIBC
Los sacos FIBC, también conocidos como sacos a granel o supersacos, son contenedores grandes y flexibles que se utilizan para almacenar y transportar materiales a granel como cereales, productos químicos y minerales. Estos sacos están diseñados para soportar cargas pesadas y pueden manipularse fácilmente con carretillas elevadoras o grúas.
Sacos de polipropileno tejido
Este tipo de sacos son bolsas duraderas y resistentes al desgarro que pueden ser de gran ayuda en sectores como la agricultura, los materiales de construcción y la alimentación de mascotas. Son una alternativa que ofrece una excelente resistencia y transpirabilidad, lo que las hace adecuadas para productos que requieren ventilación.
Bolsas BOPP (Bolsas de Polipropileno Biaxialmente Orientado)
Las bolsas BOPP son bolsas transparentes y brillantes que ofrecen una fantástica visibilidad del producto envasado. Su empleo es popular en industrias como la de los aperitivos, la confitería y la textil para envasar productos que requieren un atractivo visual y protección contra la humedad.
Bolsas barreras
Como lo indica su nombre, son bolsas especializadas diseñadas para proteger los productos de la humedad, el oxígeno, la luz y otros factores externos que podrían comprometer la calidad del producto. Estas bolsas son de gran ayuda en sectores como la electrónica, la farmacéutica y la alimentaria para envasar productos sensibles como componentes electrónicos, productos farmacéuticos y café.
El envasado industrial desempeña un papel fundamental a la hora de garantizar la integridad, seguridad y comercialización del producto. Seleccionando el tipo de bolsa adecuado para las necesidades de envasado industrial, las empresas pueden mejorar la protección de los productos, optimizar la eficacia del almacenamiento y el transporte y cumplir eficazmente los requisitos normativos.
Conocer las características y ventajas de los distintos tipos de bolsas puede ayudar a las empresas a tomar decisiones informadas a la hora de elegir soluciones de envasado que se ajusten a sus requisitos y objetivos específicos.