Blanquear los dientes es uno de los procedimientos estéticos más solicitados en clínicas dentales. Pero entre tantas opciones —desde pastas blanqueadoras hasta tratamientos clínicos con luz LED— muchas personas se preguntan: ¿qué blanqueamiento dental es mejor?
Para quienes buscan una solución efectiva y segura, el blanqueamiento dental realizado en clínicas especializadas sigue siendo la alternativa más recomendada por su control profesional y resultados duraderos.
Ahora bien, no existe una única opción ideal para todos. La elección del tratamiento más adecuado dependerá del origen de las manchas, del estado general de la boca y del tipo de resultado que se espera. Esta guía te ayudará a entender las principales técnicas disponibles y cómo tomar una decisión informada.
¿Qué tipos de blanqueamiento existen?
Los blanqueamientos no son todos iguales. Cambia la técnica, la profundidad del efecto, la duración y el nivel de supervisión profesional.
1.Blanqueamiento dental externo (en clínica)
Es el más conocido y solicitado. Se aplica sobre el esmalte dental y actúa sobre manchas provocadas por café, té, tabaco, vino tinto o el paso del tiempo. Se realiza con peróxidos en concentraciones clínicas, y puede combinarse con luz LED o férulas para uso domiciliario.
Este tratamiento debe realizarse en un entorno clínico con respaldo profesional. Un ejemplo de este enfoque es Clínica Aires, una clínica dental en Providencia que trabaja con protocolos y los mejores productos, cuidando no solo los resultados estéticos, sino también la seguridad y comodidad del paciente.
2.Blanqueamiento dental interno
Menos conocido, pero muy efectivo en casos específicos. Se indica en dientes que han oscurecido desde el interior, generalmente debido a:
- Un golpe o traumatismo (por ejemplo, una caída o impacto deportivo)
- Una endodoncia previa (tratamiento de conducto) mal realizada.
- Necrosis pulpar (cuando el diente pierde vitalidad)
A diferencia del blanqueamiento externo, el producto se coloca dentro del diente, sellado por el profesional, y se controla en varias sesiones. Solo se aplica en dientes no vitales, de forma individualizada y bajo estricta supervisión odontológica.
3.Tratamiento ambulatorio supervisado
El profesional diseña una férula a medida y entrega un kit con geles para aplicar en casa. Es igualmente efectivo pero depende de que sigas el tratamiento con constancia, también sirve como complemento al tratamiento en clínica. La clave está en el seguimiento profesional, la concentración del producto y el uso correcto por parte del paciente.
4.Productos de venta libre (no supervisados)
Incluyen pastas dentales, tiras o kits que prometen resultados rápidos. Su acción es limitada y no corrigen manchas profundas. Además, pueden causar sensibilidad o abrasión si se usan sin indicación. Su uso puede considerarse como mantenimiento ocasional, pero no como alternativa real al tratamiento clínico.
Antes del blanqueamiento: la limpieza es clave
Siempre es recomendable realizarte una limpieza dental profesional antes de blanquear tus dientes. El sarro, la placa bacteriana o la inflamación de encías pueden afectar el resultado final. Este paso no solo mejora la salud oral, sino que optimiza la eficacia del blanqueamiento.
¿Cómo elegir el tratamiento más adecuado?
No existe un “mejor tratamiento” universal. Lo correcto es evaluar cada caso junto a un especialista, que podrá determinar qué técnica es más efectiva y segura según las características de tu sonrisa. Algunos de los factores que se consideran incluyen:
- El tipo y origen de las manchas (externas o internas)
- El estado del esmalte y la sensibilidad dental
- La presencia de carillas, implantes o coronas: estos materiales no responden al blanqueamiento. Si hay varias piezas restauradas, el profesional evaluará si conviene blanquear las piezas naturales y luego igualar el tono de las restauraciones, o si se requiere una solución estética más integral.
- Las expectativas del paciente: si se busca un cambio sutil, progresivo o más notorio
Una evaluación personalizada es la única forma de asegurar un tratamiento efectivo, seguro y con resultados estéticos coherentes.
Una elección bien hecha, un resultado que se nota
Blanquear los dientes no es solo una decisión estética. Es una forma de cuidar tu imagen y también tu salud oral. Elegir un tratamiento bien indicado y con el acompañamiento profesional adecuado, puede marcar la diferencia entre un resultado superficial… o uno que realmente transforme tu sonrisa.
