Realizar revisiones periódicas en un dentista profesional previene males mayores y ayuda a detectar enfermedades bucales a tiempo.
Las revisiones médicas y clínicas generales son fundamentales para mantener un correcto estado de salud. En este sentido, la boca es una de las partes del cuerpo que más se utilizan al cabo del día. El hecho de ser la entrada del aparato digestivo, entraña en ella una labor importante, de ahí que sea esencial mantener a punto la salud bucal para prevenir enfermedades o detectarlas a tiempo, y que un profesional le dé la más rápida solución.
En ese sentido, adoptar una actitud proactiva en el mantenimiento de una buena salud dental se convierte en una garantía para cualquier persona. Como se ha señalado, al ser un conducto esencial del aparato digestivo, la boca procesa la masticación de los alimentos, pero también está expuesta a bacterias y microbios que pueden afectar y dañar, tanto a la dentadura como a las encías. De ahí que mantener una higiene constante y revisiones periódicas, sea lo más aconsejable.
Los convencionalismos estéticos occidentales también pesan mucho en este sentido, pues, una boca limpia y sana, unos dientes blancos y aseados, en definitiva, una sonrisa agradable de cara al público, denota en una persona un sentido por la higiene y la pulcritud, por tanto, habla bien de quien la posee.
Dicho lo cual, someterse a revisiones médicas bucodentales no solo es recomendable, sino que es necesario, tanto por higiene, como por salud y también por estética. Contar con equipos expertos como del Dr. Eduardo López, dentista en Córdoba, es símbolo de garantía, pues además de amplia experiencia, también posee un extenso catálogo de servicios, cuya finalidad es dar respuesta a lo que solicitan los clientes.
Otro de los grandes atractivos de acudir a la clínica cordobesa, es que su plantilla está compuesta por una amplia lista de profesionales de primer nivel, expertos en cada una de las técnicas aplicadas. Al mismo tiempo, se han modernizado con los aparatos clínicos más avanzados tecnológicamente hablando.
Por tanto, los pacientes tienen necesidades específicas a la hora de acudir a una clínica dental, pero ¿cuáles suelen ser los tratamientos odontológicos más demandados?
Un servicio experto en periodoncia
Cuando se habla de periodoncia, se está haciendo referencia a los tratamientos que afectan a la parte de las fibras y anclaje de los dientes en las encías, y de las propias encías. En ese sentido, en caso de necesitar una intervención de periodoncia Córdoba, lo aconsejable es hacerlo con un equipo de expertos, que serán los encargados de aplicar las técnicas y los tratamientos más adecuados para aliviar y eliminar la dolencia, mejorando de ese modo, el estado bucodental del paciente.
Por otro lado, los dentistas expertos en periodoncia tratan afecciones como la gingivitis, que se trata de una enfermedad provocada por bacterias y que deriva en continuos sangrados e inflamación de la zona de las encías. Otro de los motivos que trata de periodoncia es la piorrea, un estado más grave de la dolencia anterior, porque lo que provoca es que el anclaje del diente a la encía y sus tejidos se deterioran de tal modo que pueden provocar su caída. No obstante, los buenos dentistas profesionales ofrecen soluciones al respecto.
En cualquier caso, si nota que tiene un mal aliento, que los dientes tienen movilidad, que se sangra con habitualidad o que hay una inflamación de las encías, es posible que se tengan episodios de periodontitis y se debe acudir rápidamente a un dentista.
La implantología como especialidad clínica odontológica
Gracias a los avances, y a un gran número de materiales y herramientas de última generación, la implantología se ha erigido como uno de los tratamientos más habituales en el caso de pérdida de piezas, ya que consiste en la reposición artificial de estas. Por regla general, los implantes son fabricados a base de titanio, y su colocación suele ser sencilla, por lo que un dentista con destreza puede colocarlos en una sesión.
Se pueden elegir varias técnicas de implantología, sin embargo, cualquiera de ellas constará de fases bien definidas: primero hay que hacer una planificación, acto seguido se aplican los implantes con el deseo de que se fomente su integración ósea y, por último, se procede a implantar la corona dental, que será la parte visible.