Cuando nos mudamos a otro país o estamos tratando de mantener relaciones comerciales en el extranjero, es necesario llevar a cabo una serie de gestiones documentales que se han de resolver sin margen de error. Un procedimiento que se debe realizar bajo los estándares legales correspondientes, garantizando así que todo responde a la normativa vigente en el país de destino. Dado el cambio cultural que encontramos en regiones como China, lo más adecuado es delegar funciones en las mejores gestorías. Unas compañías de renombre cualificadas para realizar este trabajo con la máxima diligencia posible.
En qué consiste la legalización de documentos en China
La gestión administrativa internacional no es un tema baladí que se pueda tomar a la ligera, menos todavía cuando hablamos de funciones tan complicadas como puede llegar a ser la legalización de tus documentos de China. El gigante asiático plantea un cambio drástico en materia cultural, normativa y lingüística, por lo que es evidente que este trabajo no se puede poner en manos de cualquiera. El objetivo siempre es el mismo: que un documento tenga validez legal idéntica en nuestro país y el de destino. Sin embargo, los métodos para cumplir con este trabajo cambian entre una gestoría y otra.
Algunos de los ejemplos más comunes en esta materia son los expedientes académicos, los contratos comerciales, los documentos de identidad, los libros de familia, los contratos de trabajo, los certificados de cuentas bancarias o las licencias de negocios. Una serie de papeles que nos van a permitir residir en el país y llevar a cabo las actividades que tengamos en mente, bien sean empresariales o académicas. Este procedimiento no es tan sencillo como traducir el documento en cuestión, ya que es imperativo garantizar que no hay falsificaciones de por medio y que todo queda sujeto a los estándares normativos correspondientes.
La legalización de documentos en China se debe realizar ante el Ministerio Exteriores chino, el Consulado de China y el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación en España. Unas administraciones que no siempre ponen las cosas fáciles en términos burocráticos y en las que, si decidimos acudir por nuestra cuenta, solemos encontrar un amplio abanico de retrasos. Cometer errores en esta materia puede derivar en complicaciones e infracciones graves; unas situaciones que conviene evitar por todos los medios. De ahí que el papel de las gestorías sea crucial en estos casos.
Pasos y tarifas de la legalización de documentos en China
Ya hemos dejado claro que recurrir a una gestoría es una sabia decisión cuando se pretende legalizar documentos en el gigante asiático. No obstante, queremos profundizar en esta materia para hablar de los pasos que se siguen en dichos despachos y las tarifas generales que se suelen presentar. Lo primero, claro está, es buscar una compañía de rigor que se haya ganado el reconocimiento en este sector, garantizando un proceso de legalización rápido y eficiente a todos los clientes que llegan a su oficina.
Una vez lo tengas, toca hacer el consecuente envío de los documentos. Una vez la gestoría los tenga, dará paso a la traducción jurada en chino, certificando la calidad del cambio de idioma y otorgando validez a la traducción correspondiente. Asimismo, ha de certificarse a escala diplomática, pasando por el Registro Civil y las notarías o administraciones pertinentes. En último término, se realiza la legalización en la Representación Diplomática o Consular, obteniendo el documento final de una vez por todas.
En cuanto a las tarifas que se deben abonar, lo más común es que el precio oscile los 40€ por documento; aunque hay promociones que ofrecen la posibilidad de legalizar dos por 50€ o incluso tres por 60€. Esto es tan solo una aproximación de los precios que suele haber en las mejores gestorías; sirviendo de guía para que no pagues de más en despachos que elevan el presupuesto por encima de la media. Eso sí, no priorices en el ahorro: si el coste es demasiado bajo es posible que no se estén ejecutando los pasos administrativos adecuados y todo dé pie a errores inasumibles.