Los perros son muy propensos a enfermedades provocadas por parásitos. Es importante la prevención y la higiene para evitar que los amigos peludos se vean afectados por trastornos como la giardia, leishmaniosis o parvovirus.
Cuidar a las mascotas de las enfermedades debe ser máxima prioridad. Es muy común que los perros, sobre todo, se vean infectados por insectos o parásitos. Los caninos son animales con poco sentido de la higiene y pueden jugar o descansar en lugares sucios, llenos de tierra, lo cual aumenta las probabilidades de infección.
Es importante que los dueños estén al pendiente, y trabajen por prevenir enfermedades como la giardiasis, la leishmaniosis y el parvovirus. Lo que se debe realizar es un buen mantenimiento, además de una alimentación saludable y las vacunas regulares que le permiten al perro estar protegido frente a estos parásitos.
Síntomas de la giardia en los caninos
La giardiasis es una enfermedad diarreica que puede afectar a varios tipos de animales. La comúnmente llamada giardia en perros se manifiesta en forma de diarrea leve o moderada con olor desagradable. En algunos casos se presenta pérdida de peso, dolor abdominal, vómitos, entre otros síntomas. Todo esto se genera debido a complicaciones en el intestino delgado y en el grueso.
El parásito de la giardia suele encontrarse en lugares donde conviven muchas mascotas, por ejemplo, perreras u hogares con muchos perros y gatos. La giardia es muy contagiosa, se transmite muy fácilmente entre los animales, y en algunos casos, incluso, puede afectar a los humanos, sin embargo, esto no es muy común.
La diarrea provocada por la giardia suele durar entre 5 y 12 días, por lo que la enfermedad no suele ser muy grave. Sin embargo, si no se toman las medidas de tratamiento básicas, esto se puede convertir en un riesgo para la salud. Es necesario un tratamiento farmacológico recetado por un veterinario, además de un proceso de desinfección.
¿Cómo se transmite la leishmaniosis?
La leishmaniosis es un trastorno muy común en los caninos, y se transmite mediante la picadura del mosquito flebotomo infectado por el protozoo Leishmania infantum. La enfermedad se manifiesta aproximadamente a los 5 meses después de la picadura, y el síntoma principal es dermatológico. Las diferentes patologías en la piel suelen venir acompañadas de atrofia muscular, fiebre, cojera, entre otros.
La leishmaniosis más avanzada puede también producir un crecimiento excesivo de las uñas, inflamación en los ganglios, alopecia alrededor de los ojos o pérdida de peso. Si no se trata la enfermedad, puede terminar afectando a los órganos del perro e, incluso, puede provocar la muerte, por lo que son necesarias las revisiones médicas veterinarias cada cierto tiempo.
La terapia para curar la leishmaniosis en un perro puede llegar a ser larga, durando incluso un año. El tratamiento es farmacológico, y si se realiza según las indicaciones del veterinario, el perro puede gozar de una calidad de vida óptima. Sin embargo, será un paciente crónico y siempre puede existir un riesgo de recaída.
La importancia de prevenir el parvovirus
Uno de los trastornos más contagiosos en los perros es el parvovirus. Esta enfermedad comúnmente se transmite mediante el contacto oral o nasal entre dos perros, pero también se contagia mediante heces infectadas o por vía intrauterina, es decir, de la madre al animal recién nacido. Los síntomas se manifiestan después de 5 días de darse la infección, y entre estos se encuentra diarrea, fiebre, vómito, depresión, deshidratación, entre otros.
El parvovirus lesiona las células del epitelio intestinal de la mascota, lo cual traslada las bacterias de los intestinos al torrente sanguíneo, provocando una infección general en todo el organismo. Las bacterias pueden afectar al sistema digestivo, sistema cardiovascular, sistema respiratorio, entre otros. A largo plazo, esto puede generar la muerte del animal.
Para combatir al parvovirus es necesaria la fluidoterapia endovenosa, además del soporte nutricional y del tratamiento para contrarrestar los síntomas. Sin embargo, lo ideal es que la mascota haya sido vacunada contra esta enfermedad, pues lo cierto es que no existe tratamiento que elimine al virus definitivamente. El tratamiento se enfoca en reducir los síntomas y dar apoyo al sistema inmunológico hasta que el virus desaparezca.