La placenta previa es un trastorno provocado algunas veces durante el embarazo. En el cual la placenta cubre parcial o total la abertura del útero por el que debería salir el bebé en el momento del parto. No obstante, en un embarazo normal la placenta puede desplazarse en el útero a través de su crecimiento. A continuación, conoceremos un poco más acerca de este trastorno del embarazo.
Cuáles son las causas de la placenta previa
La causa de la placenta previa aún se desconoce. Sin embargo, se cree que puede deberse a los siguientes trastornos:
- Causas placentarias: Esto puede ser como consecuencia de un aumento exagerado de la placenta. A su vez esto puede ser generado por el consumo de cocaína, de tabaco, riesgo sanguíneo bajo, gestaciones múltiples, etc.
- Causas uterinas: Puede deberse a anomalías en la parte superior de la cavidad uterina. Debido a legrados, cesáreas, miomas, multiparidad, antecedentes familiares de placenta previa, etc.
Tipos de placenta previa
Existen tres tipos de placenta previa, las cuales son las siguientes:
- Placenta previa total: Es cuando la placenta cubre totalmente la abertura del cuello del útero.
- Placenta previa marginal: Se trata de una placenta cerca del borde del cuello del útero, pero sin cubrirlo.
- Placenta previa parcial: En este caso la placenta cubre la abertura del cuello del útero solo parcialmente.
Síntomas de la placenta previa
El principal síntoma es un sangrado vaginal de color rojizo brillante, que por lo general es indoloro, y puede presentarse tras las 20 semanas de embarazo. En ocasiones, las manchas de sangre aparecen con anterioridad a un evento de mayor sangrado.
El sangrado puede ir ligado a contracciones prematuras del útero que pueden causar dolor. También, el sangramiento puede iniciarse luego de las relaciones sexuales o al realizar un examen médico vaginal. Además, existen mujeres, en las cuales el sangrado no se produce sino hasta el momento del trabajo de parto. Pero generalmente, no hay un evento preciso que pueda provocarlo.
Factores de riesgo de placenta previa
La placenta previa suele ser más frecuente entre mujeres que presentan las siguientes características:
- Parto por cesárea
- Cicatrices en el útero como resultado de una cirugía.
- Placenta previa en un embarazo anterior.
- Embarazo múltiple.
- Embarazarse tras haber sido sometida a un procedimiento médico asistido para tratar la
- Tener más de 35 años.
- Fumar
- Antecedentes de consumir cocaína.
Tratamiento para la placenta previa
Las pacientes con placenta previa en ocasiones deben guardar reposo absoluto y evitar los ejercicios físicos a partir de las 20 semanas de gestación. También deben suspender la actividad sexual hasta después del parto. Por otra parte, en placentas previas parciales o totales es necesario hacer cesárea.
Por ende, las pacientes con este tipo de sangrado pueden necesitar suplementos de hierro para corregir el nivel de hemoglobina debido a la hemorragia. Por consiguiente, durante el tratamiento con hierro es necesario mantener una dieta rica en fibra para prevenir un posible estreñimiento, dado que el esfuerzo puede provocar sangrado fuerte.
Por último, cuando la embarazada realiza un adecuado control prenatal el diagnóstico temprano puede prevenir una posible pérdida. Ya que mediante una ecografía de control se puede observar alguna anomalía antes de que se presenten los síntomas. De manera que el médico tratante podrá adoptar medidas que servirán para prevenir futuras hemorragias.