Aunque a la mayoría de personas le gusta consumir productos frescos, lo cierto es que, a medida que han ido pasando los años, los congelados se han hecho un hueco en la dieta de todos los españoles. Hay que decir que son productos duraderos, que mantienen el sabor, algo que ha hecho que se hayan convertido en unos grandes aliados en las cocinas de todos los hogares.
Debido a los horarios de trabajo, cada vez es más habitual que las personas no tengan el tiempo suficiente para ir a comprar productos frescos o cocinar de manera diaria. Es precisamente por este motivo, por lo que en la actualidad, es frecuente que los usuarios se decanten por comprar más productos congelados, sabiendo que su durabilidad es mucho mayor.
Pescados, carnes, verduras o incluso hasta un cangrejo congelado, se pueden adquirir fácilmente en los establecimientos, para incluirlos en la dieta de manera saludable, con la posibilidad de elaborar numerosos platos sin ningún tipo de problema, y de forma mucho más rápida y sencilla.
Dentro del mercado alimentario, los congelados están adoptando un mayor protagonismo, si bien, siempre es importante decantarse por comprar productos de calidad en todo momento, ya que es algo esencial para evitar problemas de salud.
La importancia del método de congelación y la distribución
Con el fin de evitar riesgos, en el momento que se compran productos congelados, es esencial asegurarse de que se haya llevado a cabo un buen proceso de congelación, al igual que con la distribución, con el fin de no romper la cadena de frío, y que cuando se consuma, el alimento esté en las mejores condiciones. Gracias al proceso de congelación, se pueden frenar procesos bacteriológicos y enzimáticos, haciendo que aumente la durabilidad de los alimentos y se puedan consumir los productos con las mayores garantías.
Hoy en día, las personas pueden encontrar fácilmente este tipo de productos en la mayoría de tiendas y supermercados, todos ellos con su etiqueta de garantía de calidad y sin aditivos, por lo que lo ideal, es adquirir productos congelados naturales.
Si la congelación es esencial, la distribución también lo es, puesto que romper la cadena de frío puede suponer que el alimento pierda sus propiedades nutricionales, algo que en los peores casos, puede provocar intoxicaciones.
¿Qué tipo de productos se pueden congelar?
Como es lógico, prácticamente todos los productos se pueden congelar, si bien es cierto, hay algunos que son más habituales. En este caso, los pescados suelen ser los más congelados, puesto que de esta manera, se pueden conservar mucho mejor sus nutrientes, evitando el desarrollo de bacterias, como el anisakis.
En el caso de los pescados, si se vive en una ciudad de interior sin mar, es mucho más recomendable tomarlos congelados, con el fin de garantizar que la mercancía esté en perfecto estado, y así se pueda asegurar que, cuando se descongele, contará con la mayor calidad y se podrá poner en la mesa un producto fresco.
Por supuesto, además del pescado, otros productos que también se pueden encontrar congelados son las carnes, las verduras, las frutas o los alimentos precocinados. En cualquiera de los casos, es de vital importancia que se desarrollen de manera adecuada las técnicas de congelación, respetando todas las normas en cuanto a seguridad, higiene y calidad, para que cuenten con una conservación perfecta.
¿Dónde encontrar los mejores congelados?
Dentro de los muchos establecimientos que venden congelados en la actualidad en España, sin duda, hay que destacar a Manumar. Se trata de una empresa afincada en Valencia, con más de 30 años de experiencia en el sector dedicándose a la venta, importación y distribución de todo tipo de productos congelados, garantizando la máxima calidad.
Cuentan con innovadores procesos de distribución y congelación, haciendo que el consumidor final pueda tener en casa lo mejor de este tipo de productos. Su principal premisa es satisfacer las necesidades del cliente, precisamente por este motivo, ofrecen un amplio catálogo de productos con los que trabajan con sumo cuidado, desde su elaboración, hasta la presentación final.