Durante años, la decoración de la sala de estar con pinturas personalizadas ha sido la mejor alternativa para añadir un toque de personalización y estilo artístico al espacio. Un cuadro decorativo para sala han sido parte de los hogares desde hace muchos años. Sin embargo, ahora tienes la posibilidad de personalizarlos totalmente.
Tanto si has encargado un cuadro personalizado como si lo has comprado en cualquier tienda dedicada a ello, incorporarlo a tu salón requiere una cuidadosa consideración para asegurarse de que complementa la estética general y crea un ambiente armonioso.
Determine el tema y el estilo de tu sala de estar
Antes de elegir o encargar un cuadro decorativo que puedas personalizar, debes tener en cuenta al tema y el estilo de tu salón. Determina si deseas generar un aspecto cohesionado y coordinado o introducir un punto focal que contraste.
Piensa en la combinación de colores existente, el estilo de los muebles y el ambiente general de la habitación. Esto te ayudará a guiar tus elecciones y asegurar que la pintura personalizada encaje perfectamente en el espacio.
Tamaño y colocación de cada cuadro
El tamaño y la colocación de su cuadro personalizado son consideraciones vitales, es vital elegir el mejor cuadro decorativo. Mide el espacio de la pared donde piensas colgar el cuadro y selecciona un tamaño proporcionado a la pared y a los muebles que la rodean.
En salones grandes, un cuadro llamativo puede ser el centro de atención, mientras que los cuadros más pequeños pueden agruparse o colocarse en rincones pequeños o espacios vacíos. Considera la colocación a la altura de los ojos para una visión óptima y para crear una composición equilibrada dentro de la habitación.
Iluminación y enmarcado: dos aspectos fundamentales
Una iluminación adecuada es esencial para exhibir el cuadro personalizado. Es preciso que evalúes las fuentes de luz natural y artificial de la habitación y coloques el cuadro de forma que evites los reflejos y las sombras.
Por otro lado, utiliza focos o rieles de luz para resaltar la obra de forma eficaz. Además, elige un marco que complemente el estilo del cuadro y la decoración general. Un marco bien elegido puede realzar el impacto visual y dar un aspecto pulido a la obra de arte.
No olvides prestar atención a la paleta de colores
Cuando eliges o encargas un cuadro personalizado, es esencial prestar atención a la paleta de colores. Considera si deseas que el cuadro se integre armoniosamente en la combinación de colores existente o si deseas generar un punto focal de contraste.
Además, usa colores complementarios o tonos que encajen con la paleta de la habitación para crear un aspecto cohesionado y equilibrado. Alternativamente, opta por una combinación de colores atrevidos y contrastados para marcar la diferencia y añadir interés visual.
Crea equilibrio visual
Lograr un equilibrio visual es crucial a la hora de incorporar cuadros personalizados al salón. Presta atención al tamaño, la colocación y la disposición de otros elementos de la habitación, como muebles, alfombras y accesorios.
De esa manera, busca una composición equilibrada colocando el cuadro en relación con estos elementos. Por ejemplo, si tienes un sofá grande, piensa en un cuadro más grande para equilibrar el peso visual. Además, si tienes varios cuadros personalizados, produce una disposición equilibrada, espaciándolos uniformemente o alineándolos con otros elementos de la habitación.
Capas con texturas y accesorios
De igual manera, es una excelente alternativa aumentar el impacto de tu cuadro personalizado combinándolo con texturas y accesorios. Considera la posibilidad de incorporar elementos como cojines decorativos, mantas o cortinas que complementen los colores, el estilo o el tema del cuadro.
Esto crea una composición cohesiva y visualmente atractiva que unifica la habitación. Además, considera la posibilidad de incorporar otras obras de arte u objetos decorativos que complementen o contrasten con el cuadro, añadiendo profundidad e interés visual al salón.