Claramente, vivimos en una época donde el hecho de no poder contar con nuestro teléfono móvil, prácticamente en cualquier momento del día, supone un problema importante. Esta situación suele darse cuando nos olvidamos el dispositivo en alguna parte, se le acaba la batería o, incluso, se queda sin cobertura.
Precisamente este tercer escenario es el que más problemas suele generar. Tener un teléfono en ese estado es igual que no contar con él, ya que sus funciones quedan tremendamente limitadas. Para colmo, muy poca gente sabe los motivos por los que un móvil pierde cobertura, lo que implica que casi nadie conoce tampoco qué hacer si se da esa circunstancia.
A continuación, te damos algunas de las causas más comunes por las que un teléfono celular puede perder su cobertura, y que se puede hacer rápidamente para intentar recuperarla.
Los motivos de la falta de cobertura
En este punto hay que destacar que existen causas más comunes que otras. Lo más habitual es que la ubicación geográfica sea la que provoque la falta de cobertura. Algunas zonas rurales o montañosas, que se encuentran alejadas de los centros urbanos, tienen menos torres de telefonía, lo que disminuye la señal. A esto hay que sumar lugares como garajes o sótanos que, con sus estructuras gruesas, también generan limitaciones.
Otro de los motivos más habituales para la falta de cobertura puede estar relacionado con el operador móvil. Problemas de mantenimiento en la red, saturaciones o interrupciones técnicas acostumbran a estar detrás de estas situaciones. Se dan, sobre todo, en eventos multitudinarios, donde mucha gente trata de conectarse a la vez.
En cuanto a las causas menos convencionales, todas ellas están relacionadas con la configuración del propio dispositivo. Desde un problema de software, pasando por unos ajustes situado en parámetros erróneos, y acabando por un mal estado de la tarjeta SIM.
Soluciones rápidas para recuperar la conexión
En ocasiones, el problema de cobertura no es sencillo de solucionar, e implica un mayor tiempo. Sin embargo, antes de llegar a esa conclusión, pueden realizarse ciertas pruebas para tratar de encontrar un arreglo.
La primera y más sencilla es reiniciar el dispositivo, lo que hará que el móvil se reconecte de forma automática a la red más cercana. Para esta acción también debería ser suficiente con conectar y desconectar el modo avión.
En caso de que esto no funcione, se puede empezar a pensar en la tarjeta SIM. Se recomienda apagar el dispositivo, retirar la tarjeta, y volver a insertarla de forma cuidadosa. En caso de que esto siga sin arreglar el problema, puede ser interesante hacer una prueba con la SIM de otra persona, para ver si se encuentra con el mismo contratiempo en ese móvil.
Si nada de eso arregla la situación, queda una última opción. Es, sin duda, la más rudimentaria, ya que consiste en acercarse a una ventana, salir al exterior o subir a un piso alto, con el fin de ver si el móvil encuentra un mejor emparejamiento con una torre telefónica.
Si todo esto fracasa, es evidente que se trata de un problema en la línea a nivel general. En ese caso, solo queda esperar a que la incidencia quede arreglada.