La cocina no es una habitación más. Es un lugar diferente de la casa, la fuente de muchos placeres y buenos momentos pero también el sitio del trabajo duro, un ‘territorio comanche’ que exige alfombras de cocina especiales, robustas y alegres.
A una alfombra de cocina, a diferencia de una alfombra de salón o de cualquier otra parte de la casa, hay que exigirle varios requisitos específicos.
En donde otras alfombras pueden ser delicadas o incluso de mírame y no me toques, una alfombra de cocina ha de tener espíritu espartano y resistencia guerrera, pero sin dejar de lado el aspecto decorativo.
Porque en la cocina queremos alfombras que nos alegren la vista cuando las veamos.
Ya veis que no lo tienen fácil, ya que han de ser duras a la vez que encantadoras. ¿Cómo se consigue?
Lo que le debemos pedir a una alfombra de cocina
Alegría y colorido, para empezar
Aunque lo principal en una alfombra de cocina son los aspectos prácticos, empezamos por aquí porque si una alfombra de cocina no te alegra el día cuando la ves, es que ha equivocado la profesión.
Porque la cocina es un lugar que pide colores, estampados y motivos llenos de energía positiva.
Que se limpie fácilmente, por favor
Porque ya sabemos que una alfombra de cocina está condenada a mancharse día sí y día también, necesitamos una alfombra que se limpie muy fácilmente.
Por ejemplo con la fregona, eso sería imbatible. O con agua, esponja y paño húmedo.
Que sea muy fina y que se pegue al suelo
No queremos tropezones en ningún sitio de la casa, pero en la cocina, aún menos. Por eso una buena alfombra de cocina debe ser muy fina y pegarse al suelo, sin esquinas levantadas que nos hagan tropezar.
Capaces de aguantar trote duro y uso intensivo
Una alfombra que cumpla los requisitos anteriores pero que no sea robusta y hecha para durar no nos aguantaría ni dos telediarios. Por lo que debemos buscar materiales capaces de resistir la pisada intensa y el trato duro y continuado.
Después de todo este pliego de condiciones, parecerá difícil encontrar la alfombra de cocina adecuada.
Pues no es tan difícil si se sabe buscar. Las alfombras de cocina ideales deben ser sintéticas, de materiales impermeables y de alta duración.
Que se puedan mojar, pisar y lavar con agua, y si podemos pasarles directamente la fregona, como si se tratara del mismo suelo, pues mejor todavía.
Polipropileno y vinilo, las alfombras idóneas para cocina
Las alfombras sintéticas de pvc y polipropileno son por derecho propio las alfombras más indicadas para la cocina, porque reúnen en una sola pieza todos los requisitos anteriores.
Son duras, son lavables y son impermeables. Son finas, muy especialmente las de vinilo, que además tienen la base de goma antideslizante.
Y tienen surtido de colores, estampados y motivos alegres para hacer de tu cocina un lugar todavía más gustoso en el que desarrollar todo tu arte culinario.