La luz azul son luces de ondas cortas que regulan nuestros relojes biológicos y nuestras emociones. De hecho, muchos trastornos del estado de ánimo se han atribuido a la falta de iluminación natural (luces azules).
Por ejemplo, el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), un ataque de depresión estacional, es provocado por la larga oscuridad del invierno. Por ello, los terapeutas utilizan luces artificiales que imitan la luz natural para tratar determinados trastornos del estado de ánimo, como el TAE.
¿Por qué el cuerpo responde positivamente a la luz azul?
El color al que nuestros ojos responden positivamente es similar al color del cielo en un día claro y soleado. Si se recuerda, es en los días claros y soleados cuando uno se siente con más energía y alerta.
Por lo tanto, sabemos que la iluminación natural, concretamente la que se acerca a la longitud de onda azul, aumenta nuestra atención y nuestro estado de alerta. Por el contrario, la falta de iluminación natural nos produce sueño y, a veces, fatiga.
Aunque la ciencia conoce los beneficios de la luz natural, un estudio reciente fue diseñado específicamente para probar la capacidad de respuesta del cuerpo a la luz azul artificial. El estudio concluyó que la luz azul artificial tiene la capacidad de aumentar nuestra atención y estado de alerta.
El estudio, realizado por el Brigham and Women’s Hospital de Boston, expuso a los participantes a la luz azul durante el transcurso de una jornada laboral normal (que consta de 6,5 horas al día). En el grupo de control, los participantes fueron expuestos a la luz azul. Tras la exposición, los que fueron expuestos a la luz azul respondieron más rápidamente a las señales auditivas y estuvieron más atentos.
Sus ondas cerebrales también revelaron que estaban más alerta que el grupo de control, aunque la sensación no era tan tangible. Investigaciones anteriores realizadas por los mismos investigadores demostraron que los expuestos a la luz azul por la noche estaban más atentos, lo que hacía que su estado de alerta fuera casi igual al del día.
Las investigaciones anteriores sobre la luz azul, junto con estos nuevos hallazgos, sugieren que la luz azul artificial puede utilizarse para aumentar el rendimiento cognitivo.
Tecnologías escolares
Los autores de este estudio esperan que la investigación pueda utilizarse para crear tecnologías que permitan mejorar la iluminación en las aulas y en el trabajo para mejorar el aprendizaje y la productividad laboral.
Por supuesto, el exceso de exposición a la luz azul, sobre todo en las horas previas a acostarse, puede provocar trastornos del sueño o problemas para conciliarlo. Porque lo que nos ayuda a despertarnos también puede interrumpir nuestro sueño.
Nuestro reloj biológico, también conocido como ritmo circadiano, coincide con el de la luz azul. Así, una exposición excesiva a la iluminación de onda corta puede alterar el sueño a última hora de la noche.
Esto se debe a que la luz azul tiene el efecto de suprimir los niveles de melatonina, que es una importante sustancia química que nos ayuda a regular el sueño. En el estudio mencionado anteriormente, los sujetos expuestos a la luz azul tenían la melatonina suprimida el doble de tiempo que los sujetos expuestos a la luz verde.
Además, los expuestos a la luz azul experimentaron un cambio de 3 horas en su ritmo circadiano, frente a las 1,5 horas del grupo de luz verde. Si no tiene problemas para dormir, entonces todo está bien.
Sin embargo, si tiene problemas para dormir, las luces azules pueden ser la razón. Lamentablemente, las luces azules están en la mayoría de las luces, y están especialmente en altas concentraciones en la iluminación de bajo consumo.
Los profesionales han sugerido el uso de lámparas rojas en lugar de las vueltas normales para aquellos que tienen problemas para regular su sueño por la noche. Como puede ver, toda moneda tiene dos caras.
Aunque las luces azules pueden aumentar la atención y el estado de vigilia, también pueden perjudicar el sueño si la exposición es excesiva.
Para los que tienen problemas para dormir, quizá sustituir sus fuentes de luz por lámparas rojas o bombillas incandescentes les ayude a dormir mejor. Y para los que tienen problemas para mantener la atención y permanecer despiertos en el trabajo o la escuela, entonces la exposición a la luz azul artificial puede ser útil.