La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano. Y por ende, es un órgano que está expuesto a toda clase de agentes que pudieran desmejorar su salud. Con ello, claro, disminuye también la salud general de las personas. Es fundamental saber cómo cuidarla adecuadamente.
Cuidar la piel es una combinación de buenas decisiones, mejores hábitos y la utilización de productos de calidad. Todo ello repercutirá positivamente en no solo su apariencia, sino en la prevención de enfermedades a corto y largo plazo.
Proteger la piel del sol
El cuerpo necesita luz solar para vivir. Sin embargo, eso no quiere decir que todas las horas de sol sean positivas para el organismo o que el cuerpo esté habituado a soportar los rayos UV de forma prolongada.
Por eso, utilizar cremas solares corporales puede ser una de las mejores maneras de proteger la piel para favorecer su vitalidad, su frescura, que las condiciones de hidratación siempre sean las adecuadas, a la vez que se previenen enfermedades como la aparición de manchas, las arrugas, los signos de envejecimiento y hasta el cáncer de piel.
Además de eso, utilizar la ropa adecuada y directamente evitar los rayos UV de forma directa durante los momentos más soleados del día es una forma de que esté siempre protegida.
Fomentar buenos hábitos
Algunas situaciones de la vida diaria, como el estrés o la ansiedad, tienen mucha relación con la salud de la piel, porque inciden mucho en la aparición de brotes de acné y de manchas ocasionales en la piel. Muchos de estos problemas, a menudo, pasarán a ser permanentes si no se controlan sus orígenes.
Pero además de eso, malos hábitos como dormir insuficientemente, fumar o consumir alcohol impiden que el colágeno se genere de forma natural y en las cantidades correctas, lo que disminuye el aspecto lozano, la vitalidad y la hidratación de la piel, contribuyendo a la aparición de arrugas.
La piel es muy delicada
A veces cuesta entender lo delicada que es la piel, sobre todo porque protege y mucho al cuerpo todos los días.
Entender lo delicada que es la piel es fundamental para saber cómo cuidarla mejor.
Algunos consejos al respecto son:
- Evitar productos demasiado fuertes, por lo que jabones del rostro son lo recomendable para el rostro y jabones suaves e hidratantes recomendables para todo el cuerpo.
- No utilizar agua caliente en demasía para lavarse, ya que puede ocasionar quemaduras o irritación.
- El lavado excesivo, al igual que la ausencia de lavado, son hábitos que pueden hacer que la piel merme sus capacidades.
Dietas e hidratación correctas
A menudo, un cambio de hábitos de alimentación o de hidratación puede tener resultados grandiosos en lo que a la salud de la piel se refiere.
Por eso, se recomienda siempre tener la cantidad de agua suficiente en el organismo. La mayoría de las instituciones de salud recomiendan alrededor de 2 litros de agua diarios. A eso hay que sumarle que la disminución o erradicación de la dieta de bebidas alcohólicas o bebidas altas en azúcar también favorece a que la piel se sienta mejor.
De la misma manera, hay que hablar de la dieta. Una dieta rica en frutas, verduras y cereales, pero también en proteína magra, es una de las recomendaciones habituales para que la piel tenga siempre su mejor aspecto. Evitar los productos procesados puede ser una manera de también garantizar una mejor salud, en este caso, no solo para la piel sino para todo el cuerpo.
Cada piel tendrá sus propios cuidados
No todas las personas pueden usar los mismos productos para el cuidado de su piel, ya que no todas tienen el mismo pH, ni características de hidratación, ni todas tienen la misma edad, por ejemplo.
Saber determinar qué tipo de productos son los adecuados para cada tipo de piel es el primer paso para saber cómo cuidarla mejor.