El cigarrillo electrónico, e-cig o vaper, se ha convertido en un producto cada vez más popular y demandado. Elegirlos a veces no resulta tan sencillo, sobre todo porque muchas de sus partes se pueden conseguir por separado. El claromizador es un claro ejemplo de ello.
Lo que se define como claromizador es a un componente de los cigarrillos electrónicos que se encarga de calentar el líquido mediante una resistencia, para producir el vapor que será inhalado, y también, para producir el humo característico de estos productos.
No obstante, esa definición deja por fuera que es importante que los claromizadores sean de calidad, porque de la calidad de los mismos dependerá la satisfacción y las sensaciones de uso que se tengan como usuario de un vaper. Por eso es indispensable saber elegirlos adecuadamente.
Importancia del claromizador
- Sensaciones: aunque cueste creerlo, del tipo de claromizador y de su calidad dependerán las sensaciones en cuanto a profundidad del sabor, densidad del vapor y hasta de las nubes de humo que se creen.
- Durabilidad: un claromizador de calidad tiene una vida útil mucho más larga que un producto genérico, lo que permite ahorrar dinero o concentrarse más en los líquidos que en el resto de componentes de un cigarrillo electrónico.
- Proceso limpio: por lo importante que es el claromizador en todo el proceso de vapeo, tener un producto de calidad permite vapear de forma cómoda, limpia y elegante.
¿Qué tener en cuenta al comprar un claromizador?
Aunque la recomendación general siempre girará en torno a comprar kits de vapeo completo o cigarrillos electrónicos nuevos cada vez, los que son más avezados en el arte de vapear siempre querrán personalizar la opción a su gusto. Comprar piezas de calidad de forma individual para configurar una experiencia única es una gran manera de garantizar dicha personalización, y el claromizador entra directamente en esa descripción.
- ¿Pod o claromizador? Mientras el primero se encarga de todo el proceso desde una unidad muy compacta, el segundo requiere de una instalación en el cigarrillo electrónico.
- Capacidad del tanque: medida en mililitros (ml) indica la autonomía teórica del vapeo, la profundidad de la calada y hasta la nube de humo que producirá. Más es mejor, claro, siempre y cuando se trate de un claromizador que encaje con el cigarrillo electrónico que se posee.
- Resistencias de calidad: la resistencia es la pieza fundamental de un claromizador. Su función es vital, ya que es la encargada de calentar el líquido y de producir el vapor. La cantidad de vapor, la temperatura alcanzada y las sensaciones experimentadas están sujetas a lo buena que sea la resistencia del claromizador. Por eso, comprar solo marcas conocidas, que están autorizadas para vender en Europa, o directamente comprar a fabricantes europeos, es una forma de asegurarse que se hayan utilizado resistencias de calidad y no productos de dudosa procedencia.
- Material del claromizador: el material influye en el precio, pero también en su vida útil. Así, es posible encontrar claromizadores de plástico, de vidrio, de metal, y cada uno de ellos tendrá sus propias características, aunque en ese orden se podría considerar que van las gamas, desde la más baja hasta la mejor.
- Diferentes tipos de calada: denominadas de boca a pulmón y directa a pulmón, abreviándose como MTL y DL respectivamente, son formas de diferenciar el estilo de vapeo que permiten los claromizadores. Algunas marcas son mejores en cada uno de estos tipos de calada, y claro está, algunas personas se sentirán más cómodas o experimentarán mejores sensaciones con alguna en específico.
Como es bien sabido, a pesar de ser una tendencia en auge y hasta un método eficaz para dejar de fumar, los cigarrillos electrónicos a veces requieren de conocimiento, sobre todo cuando se van a comprar productos específicos relacionados con este mundo tan interesante. El caso de los claromizadores es claro, sobre todo porque de un buen claromizador se desprenden prácticamente todas las sensaciones positivas de vapear.