Los tratamientos del cáncer de próstata están en constante evolución. El urólogo adaptará el tratamiento a cada paciente en función de la etapa del tumor, su agresividad, la edad del paciente y de sus preferencias.
A continuación, clasificaremos los tratamientos que existen para el tumor prostático según la fase en la que se encuentre el cáncer:
Tumor localizado en la próstata de bajo riesgo de progresión
Este tipo de tumor suele ser diagnosticado en ausencia de síntomas de cáncer de próstata. Es el que típicamente se encuentran en una revisión periódica, siendo una lesión incipiente, localizada y, habitualmente, de bajo potencial maligno.
Las dos alternativas principales de tratamiento que existen son la terapia focal y la prostatectomía radical asistida por robot.
La terapia focal del cáncer de próstata es un tratamiento mínimamente invasivo en el que se trata específicamente el área de la próstata afectada por tumor. Este tratamiento solo puede tratar lesiones localizadas y, por lo general, preserva la eyaculación, la erección y evita la incontinencia urinaria.
La prostatectomía radical se trata de la extirpación completa de la próstata. Actualmente, gracias a los avances en cirugía robótica, estas operaciones se realizan de manera mínimamente invasiva, con mayor precisión, comodidad y mejor visión para el cirujano. Estas ventajas redundan en beneficios para el paciente como menor herida, menor sangrado, menor dolor, menos probabilidad de complicaciones y estancias hospitalarias más cortas.
En la actualidad, tan solo el 3% de las cirugías del mundo se realizan de forma robótica a pesar de ofrecer los beneficios de la cirugía mínimamente invasiva a los pacientes. En Urología existen dos robots en el mercado: Da Vinci, que llegó a España en el año 2015 y con el cual ya algunas clínicas de Urología como ROC Clinic llevan operando desde el año 2017, y Hugo RAS -de Medtronic- que fue incorporado en el año 2021 a su arsenal terapéutico.
La decisión de optar por uno u otro tratamiento suele involucrar la opinión del paciente después de una conversación profunda sobre los pros y contras de las distintas opciones, así como los efectos secundarios que se desean evitar.
Tumor localizado en la próstata de alto riesgo de progresión
En esta situación, la mejor alternativa suele ser la prostatectomía radical asistida por robot. Según la afectación de la próstata, será posible, en mayor o menor medida, la preservación de los nervios que facilitan la erección y la continencia. En estos casos, es imprescindible contar con un equipo de radiología y anatomía patológica experto.
Tumor en la próstata y con invasión a órganos vecinos
Cuando el tumor rebasa la próstata, existen dos alternativas: la prostatectomía radical robótica con extracción de ganglios linfáticos o la radioterapia (EBRT).
En esta fase de la enfermedad, el tratamiento más curativo es la prostatectomía radical sin preservación neurovascular junto con la linfadenectomía (extracción de ganglios linfáticos).
Como alternativa, se puede aplicar radioterapia externa, a la que suele añadirse deprivación androgénica, es decir, suprimir o bloquear la producción o la acción de las hormonas masculinas. En primer lugar, se administra una sustancia al paciente para disminuir sus niveles de testosterona y reducir el tumor al máximo y se deja actuar el tratamiento durante unos 3 meses. Tras este periodo, se inicia el tratamiento con radioterapia durante varias semanas. En función de las características del cáncer, el tratamiento con hormonas se prolonga durante meses o años.
Tumor con metástasis
Cuando el tumor de próstata produce metástasis, la mejor alternativa de tratamiento es la combinación de deprivación hormonal junto con otros fármacos encaminados a disminuir la actividad del tumor. En paralelo, y también muy importante, se deben controlar los síntomas del cáncer, que podrían requerir tratamiento farmacológico o incluso cirugía.
En este área, el Dr. Javier Romero Otero -considerado como uno de los mejores urólogos de España– y su equipo de urólogos disponen de gran experiencia en el tratamiento quirúrgico robótico y mínimamente invasivo, así como en las distintas técnicas y en la rehabilitación postprocedimiento de la continencia y la sexualidad.