La tensión ocular alta es una afección que ataca a los ojos y principalmente aparece por estrés. No obstante, en algún momento de la vida muchas personas han sufrido de tensión ocular, en ocasiones se pueden presentar síntomas leves que son ignorados irresponsablemente. Sin embargo, este mal no solo se ha relacionado con el estrés, sino que también, puede estar relacionado con otros factores. A continuación, analizaremos el tema a profundidad.
Causas de la tensión ocular alta
La tensión ocular alta es producida cuando el humor acuoso del ojo se ve afectado. De manera que los niveles normales aumentan significando que la presión dentro del ojo se ha elevado más de lo normal.
Es cuando la tensión muscular tiene un mal funcionamiento en el sistema de drenaje del humor acuoso, que nutre y baña el sistema ocular. Dado que cualquier persona puede sufrir de tensión ocular, existen algunos factores específicos que pueden propiciar el aumento. Por ejemplo:
- Personas con antecedentes familiares de glaucoma o hipertensión ocular.
- Personas con diabetes.
- Adultos mayores de 60 años.
- Algunos traumatismos o enfermedades oculares.
- Miopía o hipermétropes altos.
- Individuo con un ángulo ocular estrecho.
- Personas asiáticas o de raza negra.
Síntomas de la tensión ocular alta
Los síntomas de una tensión intraocular alta no se presentan normalmente hasta después de que surgen problemas mucho más serios. Razón por la cual, la única manera de detectar la hipertensión ocular es mediante una exploración oftalmológica completa, para medir el valor de la presión intraocular a través de una prueba llamada tonometría. Así que cuando ya se presentan síntomas de una tensión ocular alta, la persona puede sentir:
- Fuerte dolor de cabeza y de ojos.
- La pérdida gradual de visión en ambos ojos.
- Vomito y náuseas tras el dolor.
- Visión borrosa y enrojecimiento de los ojos.
Recomendaciones para aliviar la tensión ocular alta
Al igual que hacemos ejercicios de memoria, también debemos igual con el sentido de la vista adaptándonos a ciertos hábitos. A continuación, te recomendamos algunos:
- Mitigar el estrés: Para eliminar el estrés debemos realizar algunas actividades que contribuyan relajar nuestra mente y a estar libres de preocupaciones.
- Controlar la exposición del efecto pantallas: Hoy en día es muy difícil evitar la exposición a las pantallas, ya que el sistema de comunicación, el empleo, entre otras cosas se basan en tablets, ordenadores y smartphones. Sin embargo, es necesario reducir su uso.
- Llevar una dieta equilibrada: El sobrepeso así como perjudica grandemente al sistema cardiovascular, también incide de forma negativa en la tensión ocular.
- Realizar ejercicios visuales: Hacer ejercicios realizando pequeños masajes como fijar la vista sobre algún punto o parpadeos voluntarios, son hábitos que contribuyen a aliviar la fatiga
Ahora bien, si estas recomendaciones no surten efectos para reducir la presión ocular, es aconsejable acudir al oftalmólogo para un eficaz tratamiento. A pesar de que la tensión ocular no se puede prevenir, sí es viable poder controlarla. Esto es posible con revisiones periódicas realizadas por un especialista para prevenir mediante tratamientos que se dañe el nervio óptico. También para evitar que haya una pérdida de visión permanente.