No en pocas ocasiones, clientes de entidades bancarias se han visto afectados por haber contratado o tener asociados productos que, a todas luces, son abusivos; concretamente, las tarjetas revolving suelen llevar asociados unos tipos de intereses muy elevados, por lo que las ventajas que, en principio, ofrecen, después se ven gravadas por estas cuestiones, pero hay capacidad de defensa ante este agravio
Leer la letra pequeña, no dejarse guiar por los grandes titulares, ni tampoco por las numerosas ventajas que resaltan en las campañas y publicidades de muchos productos bancarios, es un consejo a tener en cuenta, ya que, dejarse llevar por el artificio, puede suponer a la postre un calvario para los usuarios. Por todo ello, es preciso ser cauto e incluso consultar con un experto en economía o finanzas para que asesore antes de tomar estas determinantes decisiones. Existen en el mercado bancario un sinfín de productos y de posibilidades de mejorar la capacidad de ahorro, de incrementar los beneficios del capital que se tenga, así como reportar una buena agenda de mejoras en la capacidad financiera o el orden de las cuentas para obtener la mejor optimización de los recursos económicos propios. Pero, también existen algunos abusos que cometen ciertas entidades y que va en detrimento tanto de los clientes como del propio prestigio de la banca en general. Es imposible olvidar escándalos como el de las preferentes o las cláusulas abusivas de suelo en las hipotecas con sentencias que han dictaminado a favor del consumidor y que ha costado un calvario judicial a las partes.
Pues bien, tomando como ejemplos los anteriores, todavía existen bancos que tienen, entre sus activos, productos abusivos como las llamadas tarjetas revolving, concretamente, su principal ventaja es que el usuario puede aplazar y fraccionar los pagos, pero a costa de unos intereses muy elevados que, en ocasiones, han llegado al 30%. Por eso, existen abogados expertos en la defensa de estos agravios contra los consumidores; porque, según arrojan algunos estudios del mercado bancario, el 68% de los afectados por estas tarjetas no son conscientes de la situación. Razón de más para que se inste a aquellas personas que sospechen ser víctima de este abuso revisen sus contratos y, en caso de que así sea, que acuda a un jurista experto en esta materia financiera para reclamar sus derechos.
Detectado el abuso es preciso acudir a un abogado especialista
Pasa con más frecuencia de la esperada que los clientes, al detectar esta merma de sus intereses, no saben qué hacer y, normalmente, actúan acudiendo a la oficina de su entidad bancaria para solventar el problema y lo que se encuentran es una pared; ya que el usuario tiene firmado con el banco el producto y, por tanto, esta hace valer el contrato por encima de los intereses de su cliente; una práctica poco edificante, por otro lado. Pero lo que está claro es que existen mecanismo y herramientas para hacer valer los intereses del usuario, y para eso hay que reclamar tarjetas revolving legalmente, porque según establece el propio Banco de España, se puede considerar usura cuando esos intereses superen la media establecida en sus tablas. Por esa razón, si un cliente de banco comprueba que su tarjeta revolving supera estos tipos de interés, es decir, con un TAE superior al 19-20%, existe el derecho de interponer una reclamación de los mismos. Así pues, los agraviados por esta modalidad de tarjetas, ya se deba a la falta de transparencia o a las cláusulas con intereses abusivos, tienen la oportunidad de recuperar las partidas económicas abonadas, cancelar los intereses de la deuda y, obviamente, anular el contrato para dejar de pagarla.
¿Qué dicen las sentencias ante el abuso por tarjeta revolving?
En este sentido, hay que señalar que casi la totalidad de sentencias dictaminadas a consecuencia de demandas a entidades por haber perpetrado abusos a sus clientes a través de las tarjetas revolving son favorables y el cliente demandante recibe una indemnización por los elevados intereses abonados, así como por la ausencia de transparencia a la hora de adquirir el producto bancario. Como dato interesante, los casos de éxito en este tipo de requerimientos se elevan por encima del 95%, por lo que reclamar en un caso evidente de agravio a los intereses propios supone hacerlo con una garantía de éxito casi segura.