Cuando hay niños en la familia se deben tomar medidas y precauciones. Si se trata de bebés, la alimentación es importante, sobre todo en los primeros meses, cuando se requiere leche materna como fundamento. Al crecer necesitarán vitaminas, juguetes y mucho más. Pero, todo debe ser adaptado a sus necesidades y cuidando, en todo momento, la seguridad. Vale la pena, entonces, leer esta útil información.
La importancia de la leche materna
Los expertos, pediatras y la OMS recomiendan que un bebé solo debe consumir leche materna durante su primer semestre de vida. Pero, ¿Qué sucede si la madre trabaja y no está a la hora de su alimento? Es allí cuando se hace necesaria la conservación leche materna de la manera idónea para que la cuidadora se la suministre en biberones.
Para esto, la madre debe usar los tiraleches y almacenar la leche en biberones previamente esterilizados y refrigerarlos de inmediato para que no proliferen bacterias.
La leche extraída del pecho de la madre es el mejor alimento para los bebés porque proporciona los nutrientes necesarios en la medida justa y fortalece el sistema inmune del infante, el cual está en desarrollo.
Pero, es importante saber que para conservarla esta dispone de una vida útil. La durabilidad de la leche materna viene determinada por la temperatura a la que se almacena.
Se podrá conservar por lapsos que van desde las 6 a las 8 horas a temperatura ambiente. Pero si se refrigera su duración es una semana y congelada puede suministrarse pasados entre 6 y 12 meses.
Sin embargo, lo recomendable es que la madre extraiga la leche del día para que sea consumida por su bebé.
¿Cuáles vitaminas necesita un niño?
Los niños que se encuentran en pleno proceso de crecimiento deben tener una alimentación saludable y equilibrada. Se deben consumir los nutrientes adecuados que le proporcionen un buen desarrollo físico y cognitivo. En este sentido, requiere ingesta diaria de vitaminas A, C, E, D y complejo B, además de hierro, calcio, omega 3, entre otras. Estos componentes están presentes en los alimentos.
Sin embargo, muchos no terminan su plato de comida o son problemáticos para ingerir algunos alimentos, por lo que se requieren vitaminas para niños que garanticen que no les falte ningún nutriente para crecer sanos.
Ante la necesidad de completar la alimentación de los niños con vitaminas, las madres desarrollan ciertas preocupaciones ligadas a su ingesta. Afortunadamente, las vitaminas para consumo de los peques vienen en sabores variados como naranja, cereza, limón, miel y fresa y en presentaciones graciosas con figuras de animales o personajes de dibujos animados por lo que esto no será un problema.
Sin embargo, lo que se recomienda antes de dar vitaminas a un niño es consultar con su pediatra o médico familiar para tener una mejor visión de las dosis y horarios, ya que no todas se metabolizan de la misma manera: unas se deben consumir en ayunas (como el hierro) para una mejor absorción y otras (como la vitamina C) es conveniente tomarla tras las comidas.
¿Cómo elegir un buen regalo para un niño?
Si se trata de regalos para niños no hay un manual. El mercado ofrece miles de posibilidades, pero cada obsequio viene determinado por la edad y los gustos particulares de cada pequeño.
En líneas generales, conviene seguir estos consejos:
- Tomar en cuenta los intereses del niño o la niña: algunos gustan de los puzles, otros de coches o muñecas. Hay quienes prefieren libros de cuentos o, según la edad, dispositivos electrónicos.
- Evitar los regalos violentos: los expertos recomiendan no regalar armas ni de fuego, ni blancas. Mejor decantarse por juegos divertidos o educativos.
- Cuidado con las piezas muy pequeñas: si se trata de niños menores de 10 o 12 años, los juegos con pequeñas piezas pueden ser peligrosos, sobre todo, si se meten en la nariz o boca, pues pueden asfixiarse.
- Mejor evitar juguetes que hagan ruido: en primer lugar, los vecinos lo agradecerán. En segundo lugar, puede sobre exaltarlos y estresarlos.
- Evitar materiales tóxicos o de dudosa procedencia: los niños suelen llevarse todo a la boca. Por eso, los juguetes para ellos deben estar elaborados con materiales y pigmentos libres de químicos dañinos para la salud.